La compañía Ingeniería de la Construcción Cordobesa ha dado inicio a las obras de rehabilitación del Templo Romano, poniendo fin a años de estancamiento en este proyecto concebido en 2014. El plazo de ejecución de esta significativa intervención, la más grande en el yacimiento arqueológico desde los años 50, se estima en 8 meses. Tras su conclusión, el monumento estará accesible en varios niveles, con un centro de interpretación al que se llegará por la fachada del Ayuntamiento en Capitulares.
El alcalde, José María Bellido, ha subrayado la financiación de la obra mediante fondos del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia de la Unión Europea Next Generation. Destacó que la rehabilitación permitirá una perspectiva renovada del templo, transformando la apariencia del entorno de la calle Claudio Marcelo. Bellido bromeó sobre el apodo asignado al yacimiento por los técnicos de la Gerencia de Urbanismo, "el templo maldito", debido a las adversidades que ha enfrentado el proyecto. Expresó su deseo de poner fin a esa leyenda negra y concluir la intervención en 2024.
El presupuesto de adjudicación de la obra, inicialmente asignada en agosto por el Ayuntamiento de Córdoba, asciende a 697.555,56 euros (IVA incluido). Incluye mejoras como la ampliación del plazo de garantía y del porcentaje destinado a ensayos y control de calidad. Aunque se esperaba que los trabajos comenzaran en octubre tras la adjudicación, finalmente se han iniciado en este momento.
La intervención abarcará la recuperación de la pronaos del templo para permitir el acceso a la explanada anterior. Se construirán escalinatas para que los visitantes accedan a este espacio desde el lateral del Ayuntamiento, recuperando la imagen original del podium en ladrillo. También se restaurará la cimentación donde existen restos y se construirá el centro de interpretación en la planta baja de Capitulares.
La última intervención en el Templo Romano tuvo lugar recientemente, cuando la Delegación de Cultura del Ayuntamiento de Córdoba realizó una limpieza y desbroce del monumento. Estos trabajos, llevados a cabo por la empresa Arqueobética, concluyeron en julio con un presupuesto de 2.636 euros más IVA.