Después de un prolongado periplo administrativo y múltiples contratiempos, el Centro de Emergencia Habitacional de Córdoba, ubicado en el antiguo Hospital Militar, abrirá por fin sus puertas esta semana. Así lo ha anunciado el alcalde, José María Bellido, quien ha confirmado que la firma del contrato de gestión con la entidad Provivienda supone el pistoletazo de salida definitivo para este recurso asistencial.
Pensado como refugio temporal para personas que han perdido su vivienda, ya sea por motivos sociales o situaciones de emergencia como desahucios, incendios o inundaciones, este centro contará con 15 miniapartamentos repartidos en tres plantas del edificio reformado. Podrá acoger hasta 35 personas y ofrecerá servicios las 24 horas del día gracias al trabajo de un equipo de siete profesionales.
El alcalde ha subrayado que con esta puesta en marcha se cierra “una de esas carpetas eternamente arrastradas en el tiempo”. El proyecto, previsto inicialmente para estar operativo en 2019, ha acumulado demoras desde sus inicios. Las obras comenzaron hace casi cinco años, pero se vieron interrumpidas por problemas estructurales en el edificio detectados por la primera adjudicataria, Albaida Infraestructuras. La falta de acuerdo con el Ayuntamiento respecto a una prórroga derivó en la rescisión del contrato.
La segunda adjudicación, en 2022, tampoco estuvo exenta de complicaciones: la crisis de suministros, la falta de mano de obra cualificada y finalmente, el concurso de acreedores de la nueva empresa adjudicataria ralentizaron aún más el proceso.
La transformación del espacio ha supuesto una inversión total de 1,1 millones de euros, de los cuales 800.000 proceden de fondos europeos. A esta cifra se suma el contrato de 628.000 euros para su gestión durante los próximos dos años, que estará a cargo de Provivienda, una entidad con tres décadas de experiencia en la atención habitacional.
Bellido ha destacado la importancia de contar con un recurso que permita ofrecer “una alternativa digna” a quienes se queden sin hogar, poniendo el foco especialmente en la privacidad y seguridad que requieren familias con menores. Además, ha recordado que el sótano del edificio incluye trasteros, donde los usuarios podrán guardar enseres o mobiliario durante su estancia.