sábado. 20.04.2024

En un último comunicado el alcalde de Córdoba, José María Bellido, llamaba a la comprensión y solidaridad de los cordobeses. En este, pedía que, en una época tan dura como están siendo los nuevos rebrotes, se ayudase al comercio local y se consumiese sus productos, para apoyar a los más afectados de la pandemia, pero, ¿está siendo solidario realmente el ayuntamiento con los comercios locales?

El otoño es una época maravillosa del año, un clima equilibrado donde ni hace mucho frío ni hace mucho calor para estar en las calles , ya sea dando un paseo familiar o con amigos. La fiesta de todos los santos además de traernos el recuerdo de aquellos que, ya no están, nos recuerda que debemos de pasar tiempo con los que aún no se han ido, en una comida familiar o dando un paseo tras el atardecer con el olor a castañas en las calles. Aunque este año, ese característico olor otoñal es muy probable que desaparezca y todo por las nuevas medidas de seguridad por parte de la Junta de Andalucía y la insolidaridad del Ayuntamiento de Córdoba.

Las Medidas que Afectan a los Castañeros

De entre todas las medidas para la reducción de la curva de contagios en la provincia cordobesa, una es la que más afecta a la actividad habitual de estos vendedores, la restricción horaria para los comercios que no ejerzan una actividad de primera necesidad. La 18:00 es la hora límite para aquellos comercios que no vendan productos o servicios de primera necesidad, entre estos entran los castañeros. Pero, los negocios al aire libre ¿deben de estar afectados por estas medidas? A priori no deberían, ya que cumplen con las medidas de seguridad pertinentes mediante el uso de mascarillas, guantes y gel desinfectante, además de una ventilación perfecta al estar al aire libre. Para el ayuntamiento todas esas medidas no son necesarias, y aunque si permiten a una tienda de chucherías estar abierta, aun estando en un local cubierto y no vender productos de primera necesidad, a los castañeros, que venden un producto gastronómico tan importante para el otoño como son las castañas, no se les permite la venta a partir de las 18:00, llegando a amenazar a los puestos que incumplan las normas con multas de gran cantidad de dinero.

El Problema del Horario y La Temporada de Castañas

Al igual que otros productos gastronómicos, las castañas tienen una temporada anual donde alcanzan su punto perfecto de madurez para ser consumidas, esto pasa también con muchas frutas. Desde varios años atrás los castañeros exigen que su temporada de venta comience cuando la temporada de castañas comienza a dar frutos, a partir del día 1 de octubre, ya que estos autónomos venden diariamente las castañas que compran al día; y un día más o un día menos de venta productiva se notan en términos económicos. El "solidario" Ayuntamiento establece que el periodo de venta para los castañeros abarque desde el día 20 de octubre hasta el día 20 de enero. Esto no solo supone una pérdida de 19 días productivos donde las castañas podrían venderse en el mes de octubre, sino que, hace que los castañeros paguen por 20 días en el mes de enero, cuando por ese tiempo ya no hay castañas que vender, ya que ha pasado su temporada de recogida útil y no tienen el mismo sabor otoñal al que acostumbramos.

A esto se le suma que a partir de las 18:00 horas los puestos deben de cerrar, limitando la venta del producto a la mañana y una pequeña parte de la tarde, horario en el que no es habitual comer castañas. El horario perfecto para la venta de este producto es al caer de la noche, tras el pronto atardecer del otoño cuando el frío empieza y apetece consumir algo caliente como unas ricas castañas. Mientras que otros comercios que no venden comida de primera necesidad o limitan su actividad a la venta de productos como chucherías, refrescos o tabaco, podrán continuar con sus actividades pasadas las seis de la tarde.

Creando Recuerdos de Generación en Generación

Rosy es una castañera de Córdoba, la tradición familiar heredada de su padre la lleva en las tardes de otoño a vender castañas calentitas a todo tipo de clientes que "crean bonitos recuerdos", la sonrisa de un niño con su abuelo comprando castañas calentitas antes de volver a casa del parque, las parejas buscando un tentempié para compartir en una bonita tarde de otoño.

Una profesión que no está hecha para enriquecer el bolsillo, sino para enriquecer el alma. Según las propias palabras de Rosy, "esto lo hacemos por las experiencias y los recuerdos bonitos que se nos quedan, no es un trabajo que nos de para vivir como reyes". Esta castañera de tradición familiar aprovecha esta conexión con su clientela habitual para "tapar algún que otro agujero, comprarle ropa a sus niñas o poder comer". Esto se ve en peligro con las nuevas medidas de seguridad impuestas por el Ayuntamiento de Córdoba, adaptando las decisiones tomadas por Juanma Moreno, presidente de la Junta.

"No pueden pretender que vendamos castañas desde las nueve de la mañana porque no las van a comprar. Las castañas están para comerse por la tardecita con el fresquito. Además que pretenden que vendamos en enero cuando ya no hay castañas que vender, en vez de dejarnos empezar a primeros de octubre", aclaró Rosy afectada por la situación y el aviso del Ayuntamiento.

Algunos castañeros a modo de protesta continuaron con su actividad habitual el día de ayer, arriesgándose a recibir una multa por las autoridades, por infringir las nuevas normas de seguridad: "Algunos compañeros se pusieron a vender ayer el producto antes que tirarlo, yo no me quise arriesgar porque no me podría permitir pagar una multa de tanto dinero como las que ponen si me cogen", afirmó con preocupación la castañera que prefirió tirar su género y perder algo de dinero, antes que tener que pagar una multa.

La Falta de Comunicación del Ayuntamiento

Las nuevas medidas de seguridad por parte de la Junta de Andalucía dirigida por Juanma Moreno, se publicaron el pasado domingo día 8 de noviembre, lo lógico habría sido comunicar mediante un comunicado oficial a todos los comercios cuya venta no sea de primera necesidad los nuevos horarios lo antes posible, para que los comerciantes, hosteleros y otras personas del sector tuviesen tiempo de adaptarse o de buscar algunas otras maneras de actuación frente al corte de actividad a la 18:00. Esto no fue así con los castañeros los cuales, se enteraron de la situación el día de ayer.

Según nos informa Rafael, otro de los castañeros habituales de la ciudad cordobesa: "el ayuntamiento nos envió un correo ayer a las 13:30 de la tarde, en el que nos informaban de los cambios de horario y que teníamos que parar nuestra actividad a las seis de la tarde". Esto va más allá cuando hablamos con Rosy que asegura "haber hablado con una entidad del Ayuntamiento para que les tuviese en cuenta con las nuevas medidas y que poco después del comunicado del alcalde cortó el contacto con nosotros".

"¿Por qué en otras provincias sí y en Córdoba no? En Málaga han continuado vendiendo castañas compañeros sin ningún problema ni comunicado del Ayuntamiento de Málaga, exigimos que se nos trate igual en todas las provincias", reclamaron ambos castañeros debido a la diferencia de trato entre ayuntamientos de la misma comunidad autónoma y que siguen las mismas normas y restricciones sanitarias.

Los Gastos y Pérdidas que las Nuevas Medidas Suponen

"El simple hecho de abrir nos supone un gasto de 30 euros si no vendemos nada, a esto súmale el gasto del seguro de autónomos que ronda los 300 euros y lo que le pagamos al Ayuntamiento por vender, que son unos 500 euros", según calcula Rafael, estos son los gastos de un castañero para llevar a cabo su actividad, si a estos factores le añadimos la imposibilidad de vender en la franja horaria de mayor venta para las castañas, que suele ser "entre las seis de la tarde y las nueve de la noche", nos encontramos con las numerosas pérdidas que estos autónomos deben de sufrir con las nuevas medidas sanitarias.

De por sí este año es un año de ventas bajas para los castañeros debido a las extrañas temperaturas que hay, pero estas medidas supondría herir de muerte al negocio de muchos castañeros que viven de esto para comer y pagar las hipotecas de sus pisos, al igual que muchos hosteleros y autónomos.

La Verdadera Solidaridad Cordobesa

En estos tiempos tan duros de la pandemia, los ciudadanos cordobeses son los verdaderamente solidarios en este caso. "Tengo mis clientes habituales que aun con la pandemia han seguido comprando y están con nosotros en esta situación, nos apoyan", afirmo ilusionada Rosy por contar con el apoyo de los ciudadanos. Y es que en momentos tan duros y de vacas flacas, es la gente de a pie los que de verdad están ahí para aportar su granito de arena. No se puede pedir la solidaridad ciudadana cuando eres el primero que no lo es, por lo tanto los cordobeses apoyan a este sector tan crucial para crear recuerdos en nuestra memoria de las tardes frías de otoño comiendo castañas dando un paseo por la ciudad con más patrimonios de la humanidad por la Unesco.

Mañana varios castañeros se reunirán a modo de protesta contra este trato injusto e imparcial contra el pequeño comercio y los autónomos en el Ayuntamiento de Córdoba, porque hoy han podido ser los castañeros que alegran nuestras tarde-noches de otoño, pero antes ha sido la hostelería y pronto puede ser el resto de ciudadanos con un nuevo confinamiento que vuelva a herir la economía de nuestra comunidad autónoma.

Los Castañeros de Córdoba: "Estamos al aire libre y vendemos comida, sí somos esenciales"