El mundo del Carnaval de Córdoba está de luto. La comunidad carnavalesca y quienes compartieron con él su amor por la fiesta recibieron este lunes una de las noticias más tristes: el fallecimiento de Gregorio Canto Haro, una figura clave en la evolución y consolidación del carnaval en la ciudad.
A pesar de que su nombre quizá no fuera de los más conocidos fuera del ámbito carnavalero, dentro de la fiesta era una referencia. Defensor incansable del carnaval cordobés, su sonrisa y su entrega han dejado una huella imborrable. Tenía 55 años y su fallecimiento se produjo debido a complicaciones de salud. Durante la madrugada del lunes necesitó asistencia médica, pero no logró recuperarse. La noticia provocó una avalancha de mensajes de cariño y reconocimiento en redes sociales, especialmente en Facebook, donde era muy activo.
Un carnavalero de corazón y un firme defensor de la cantera
Su vínculo con el Carnaval de Córdoba comenzó a mediados de los años 80, justo cuando la fiesta empezaba a consolidarse tras la dictadura franquista. Su primera gran experiencia carnavalera tuvo lugar en la Peña Los 13 de Fray Albino y, en 1983, formó parte de la chirigota ‘Los que pilló la pared’, una de las agrupaciones participantes en la primera edición del Concurso de Agrupaciones, celebrada en el Teatro Góngora.
A lo largo de los años, Gregorio participó en múltiples agrupaciones, siempre con predilección por la chirigota, aunque también intervino en cuartetos, como los de Pepe el Latas. Trabajó con reconocidos autores y directores como Rafalín Castilla o Paquito Vega, pero fue en los años 2000 cuando comenzó a crear sus propias agrupaciones, ya fuera como autor o como director.
Uno de sus grandes legados fue su apoyo a la cantera y a la presencia femenina en el Carnaval, ayudando a que más mujeres subieran al escenario del Gran Teatro. En las ediciones más recientes del Concurso, su implicación con los jóvenes fue clave. Este mismo año, junto a Miguel Mestanza, dirigió el cuarteto infantil ‘Pa gustos, los sabores’, una continuación de la agrupación ‘Pa gustos, los colores’ de 2024.
Un trabajador incansable, dentro y fuera del escenario
Su compromiso con la fiesta no se limitó a los focos y los escenarios. A pesar de su gran aportación, Gregorio prefería un segundo plano, enfocándose en hacer crecer el carnaval sin buscar protagonismo. Incluso cuando formó parte de la junta directiva de la Asociación Carnavalesca Cordobesa, durante el primer mandato de su actual presidente, Alfonso González, mantuvo su estilo discreto y trabajador.
Pero su pasión por el Carnaval no terminaba en el Gran Teatro. Para Gregorio, lo esencial de esta tradición no estaba solo en el concurso, sino en la calle, donde el espíritu de la fiesta cobra vida. Su ausencia deja un vacío difícil de llenar, pero su legado permanecerá en cada copla, en cada agrupación y en cada rincón de un carnaval que él ayudó a engrandecer.