El propio capitán ha declarado que ni el ejercicio desarrollado en la prueba ni el lago artificial no tiene casi regulación en ninguno de los 300 manuales. Aún así, los abogados de la familia de los solados fallecidos alegan que presentan numerosos testigos y declaraciones que demuestran que durante la prueba no había ninguna medida de seguridad. Además, también destacan que el capitán quiso continuar la prueba a pesar de haber recibido mucho consejos de hacer todo lo contrario.
Por otro lado, los familiares piden al Juzgado de Instrucción que siga investigando acerca de la repercusión que tiene lo ocurrido en el Código Penal y no en el Código Penal Militar, ya que este segundo no recoge el homicidio doloso y el Penal común sí.
El punto de mira por parte del letrado sigue estando en el general de la Brigada X Guzmán el Bueno del Ejército de Tierra, dos coroneles, tanto el que aprobó las maniobras como el que estaba al mando aquel día; el teniente coronel, el comandante, el capitán, dos tenientes y el sargento.
