La unidad, que se ha formado específicamente, está compuesta por personal perteneciente al Regimiento de Infantería “Garellano” 45, procedente de Munguía, y al Regimiento de Infantería “La Reina” 2, al Regimiento Acorazado “Córdoba” 10, al Batallón de Cuartel General X y al Grupo de Artillería de Campaña X, todos ellos procedentes de Córdoba. Este segundo contingente de la Brigada se unirá al ya desplegado el pasado dos de noviembre, en el que una primera oleada de componentes de la Brigada “Guzman el Bueno” X partieron hacia la región levantina.
Este nuevo envío de efectivos tiene la misión de reforzar y aumentar las capacidades aportadas anteriormente, así como realizar labores de ayuda al desescombro, apoyo a la movilidad y distribución de medios de primera necesidad, que contribuyan al restablecimiento, paulatinamente, de la normalidad de las zonas afectadas, además de apoyo y ayuda a la población. Con dependencia operativa de la Unidad Militar de Emergencias (UME) y junto a las demás unidades del Ejército de Tierra, la Brigada X seguirá aportando cuantos militares y capacidades se le requieran, no cejando en su empeño de respaldar y favorecer a la población de las zonas afectadas, mientras sea necesario.
Tras la orden de activación recibida este lunes, la Brigada ha empleado la jornada a la preparación de medios y materiales que han conformado esta segunda unidad que ha partido en la mañana de hoy martes. Ahora, el objetivo, como el de todo el Ejército, es atender la situación de emergencia en la que se encuentran en estos momentos numerosas localidades de la provincia de Valencia que se han visto afectadas por las riadas e inundaciones que ha provocado la DANA. Nada es más prioritario en este escenario que la asistencia y apoyo a los afectados por este fenómeno atmosférico.
Simultáneamente, el personal de la BRI X que permanece en la Base de Cerro Muriano continúa con la preparación de nuevos contingentes, con la finalidad de reiterar cuantos esfuerzos sean necesarios para dar continuidad a la labor que sus componentes realizan en el terreno, sin contar los días ni las horas, todo el tiempo que sea necesario. Asimismo, este esfuerzo sostenido en el tiempo requiere una logística compleja para asegurar que cada interviniente sobre el terreno cuente con los recursos necesarios para llevar a cabo sus tareas de forma eficiente.