Después de tres años durmiendo en el comedor por falta de accesibilidad, Paul Kitterman, de 58 años, ya puede disfrutar de un dormitorio y un baño adaptados gracias a la solidaridad de más de 25 voluntarios coordinados por la organización benéfica Band of Builders.
La historia de Kitterman ha emocionado al Reino Unido. En octubre de 2021, un absceso en la espalda le provocó una grave infección que lo dejó sin movilidad. Tras una operación complicada que derivó en sepsis y neumonía, pasó una semana en coma inducido. Al despertar, los médicos confirmaron lo peor: el daño en la médula espinal era irreversible. Desde entonces, su vida cambió radicalmente.
Una reforma que devuelve dignidad y calidad de vida
La falta de una habitación en la planta baja lo obligó a instalar una cama hospitalaria en el comedor de su casa en Addlestone, Surrey, que comparte con su esposa Sasha, su hijo y su suegra. Pero ahora, tras una reforma impulsada por voluntarios especializados y materiales donados, Paul tiene un espacio propio y totalmente adaptado a sus necesidades.

"Ha sido la mejor noche de sueño y la mejor ducha de mi vida", confesó Kitterman tras estrenar su nuevo dormitorio. "Es difícil expresar cuánto agradezco el apoyo de todos los que han trabajado sin cobrar y las empresas que han aportado materiales. Es increíble que tanta gente se haya volcado así conmigo".
Band of Builders: solidaridad en acción
El proyecto comenzó en marzo de 2025, cuando la ONG Band of Builders, que se dedica a mejorar la vida de trabajadores del sector de la construcción afectados por enfermedades o lesiones, lanzó una convocatoria para reunir voluntarios. Sasha, la esposa de Paul, los había contactado meses antes mientras él seguía recuperándose en el hospital.
El valor estimado de la obra asciende a casi 200.000 dólares, pero gracias a las contribuciones altruistas y a una campaña que recaudó más de 25.000 dólares entre amigos y familiares, no ha supuesto ningún coste para la familia.

Empresas que marcan la diferencia
La iniciativa también contó con el respaldo de marcas como DeWALT, cuyos empleados participaron en la construcción. "Cuando supimos de la situación de Paul, supimos que queríamos estar involucrados", declaró Tim Winstanley, gerente de marca senior. "Nos entusiasma aportar nuestras herramientas y nuestro tiempo para una causa que realmente transforma vidas".
Un gesto que inspira a otros
La historia de Paul Kitterman se une a otras acciones solidarias que han ganado notoriedad en los últimos meses en el Reino Unido, como el caso de una empresa de jardinería que construyó un muro gratuitamente para una pareja de ancianos víctimas de una estafa, o el de un equipo médico que donó su tiempo para asistir un parto en un útero trasplantado.
"Esto cambia completamente mi vida", concluye Paul. "Sentir que algo tan simple como tener una habitación propia vuelve a ser posible me hace recuperar parte de la normalidad que perdí".