jueves. 28.03.2024

El mes pasado, Michael Parker se había estado preparando para la temporada de codornices enseñando a su perro Soup a olisquear y recoger las aves de caza cuando, de repente, el setter inglés salió corriendo hacia el bosque.

Durante días, Parker y su esposa buscaron sin éxito a su perro por todo Montgomery, Alabama, mientras publicaban mensajes de SOS en las redes sociales y llamaban al refugio local de la Sociedad Protectora de Animales 3 o 4 veces cada día.

La pareja ya se temía lo peor pero no era así puesto que Soup estaba viviendo como un rey en el último lugar que hubieran esperado: el Correccional de Kilby.

Poco después de que su dueño lo perdiera en el bosque, Charles Brooks, un supervisor de mantenimiento de plantas, encontró a Soup en los terrenos de la prisión.

Brooks encontró a Soup tendido junto a un camión y muy asustado. Había perdido el collar durante su aventura en el bosque, pero tan solo necesitó que Brooks le diera una galleta para que Soup hiciera amistad con él.

Soup seguía a Brooks por todas las instalaciones y se hizo popular entre los reclusos, quienes lo alimentaban y jugaban con él.

Su dueño supo de su paradero gracias a una llamada de teléfono de una persona que había visto sus mensajes en las redes sociales, quien le comentó que a los reclusos les encantaría poder quedárselo. Sin embargo, Parker no aceptó y fue a buscar al animal al correccional.

El reencuentro fue según lo esperado y la mascota corrió hacia su dueño, por lo que todos los reclusos se quedaron tristes al ver que perderían al animal. Parker siguió recibiendo llamadas de la cárcel y desde entonces lleva a Soup regularmente para que juegue y visite con sus amigos los internos.

Una pareja de jubilados pierde a su perro y tras una intensa búsqueda lo encuentran en...