martes. 23.04.2024

Un exmilitar estadounidense se quedó sin el brazo derecho en un ataque mientras combatía en Afganistán. Ahora, con los grandes avances en tecnología que se han producido en los últimos años, ha conseguido hacerse con un brazo biónico impreso en 3D.

Gracias a ello puede volver a jugar con normalidad con su hija e, incluso, pintar junto a la pequeña. El brazo tiene unos sensores especiales que detectan pequeños movimientos musculares, por lo que funciona casi como una mano real con todas las articulaciones de los dedos.

El amor por los hijos mueve barreras por lo que el caso de este exmilitar no es el único. Al otro lado del charco, en Reino Unido, otro padre decididó crear un brazo bionico para en esta ocasión era para su hijo. Con una impresora 3D tras hartarse de esperar que llegara la ayuda oficial para el pequeño Jamie, de 11 años.

Tras esperar una mano biónica durante 18 meses sin éxito, Callum Miller decidió tomar cartas en el asunto. Para ello, se compró una impresora 3D y creó hasta nueve conjuntos de miembros biónicos para su hijo.

Lo curioso del caso es que Miller no tenía ningún conocimiento técnico previo. “No sabía nada al respecto antes de comprar la impresora 3D”, declaró a Sky News. Dos historias distintas pero con un punto en común: padres que solo quieren hacer felices a sus hijos.

Un hombre vuelve a jugar con su hija gracias a un brazo biónico impreso en 3D