10 de mayo de 2019, 11:03
Un hombre llevaba tres años esperando para poder conocer a la donante de células madre que le salvó la vida. El hombre se emocionó al abrazar a la mujer que le cambió la vida sin ser siquiera de su familia.
Gary Hodges y Karen Scoltock se conocieron cuando Gary fue a visitar a su hijo y comentó que se sentía mal incluso sin llegar a poder caminar. Por esta razón voló a San Francisco para ver a los mejores especialistas. Su diagnostico fue leucemia.
De inmediato comenzó con la quimioterapia y decidió actuar rápidamente. Y encontró al otro lado a su ángel de la guarda: Karen. Quien se inscribió en la lista de donantes de médula ósea para poder ayudar a quienes más lo necesitan. El destino los unió para siempre.