martes. 16.04.2024

Tom Allan es un superjubilado en forma. Este escocés comenzó a practicar yoga cuando tenía 55 años puesto que ya no le gustaba tener que correr bajo la lluvia. Ahora, después de celebrar su 90 aniversario con amigos y familiares, sigue haciendo alarde de sus flexibles articulaciones.

Allan, quien enseña su experiencia en este arte antiguo dos veces por semana, tiene claro que no quiere dejarlo "en un futuro previsible" y pretende así llegar a ser centenario. Residente en Plymouth, en el suroeste de Inglaterra, afirma que "la maestra de yoga más antigua del mundo es una mujer estadounidense que tiene 101 años. Definitivamente, tengo su récord en mente".

Asegura que aunque puede hacer todavía la mayoría de las posturas, en las que se ve incapaz por el paso de los años utiliza otros modelos. "Tiene que ver con el equilibrio. Tengo un problema ocular pero la mayoría de las veces puedo hacerlo tan bien como cuando era mucho más joven", explica.

Allan quien ha estado casado durante 67 años, nació y creció en Escocia y en su momento de mayor actividad impartía seis clases por semana en Glasgow, incluso a estudiantes universitarios.

"Alguien mencionó la palabra yoga, así que hice preguntas al respecto y comencé a ir a clases. Entonces era estudiante y asistí a varias clases a la semana durante dos años y medio hasta que me invitaron a tomar el curso de capacitación de maestros", añade.

Cuando a los 60 años se jubiló anticipadamente en una compañía farmacéutica, Tom dijo que quería mantenerse ocupado y seguir enseñando yoga. Apunta que eso le ha mantenido en forma y saludable durante todos estos años, con un "peso muy constante".

Tom el profesor de yoga de 90 años que no quiere jubilarse nunca