viernes. 19.04.2024

Dos amigos que se encontraban de viaje de surf, salvaron a un perro atrapado en una cueva marina de un acantilado.

El 1 de agosto, Zach Regan y Matty Johnson decidieron irse de aventura nocturna a la costa oeste de la isla de Vancouver para surfear y pescar, todo apuntaba a que iba a ser un gran viaje.

Estaban en su bote de aluminio, cuando, vieron por el rabillo del ojo, unas patas marrones de un animal en la cueva, era demasiado pequeño para ser un oso o un lobo, según aseguran. Por lo que resultó ser un perro hambriento, con frío y aterrorizado.

Según cuenta Matty Johnson a GNN, "estábamos tratando de vencer una tormenta que se avecinaba, pero tomamos la decisión de salvar al perro".

La misión de rescate se puso en marcha, y se trataba de "un traje de neopreno, una table de surf, un lazo, casi un mordisco en la cara, un arrecido, grandes olas y un trabajo en equipo increíble".

Una vez que el perro, llamado Stella, se encontraba a salvo en el bote, la acurrucaron en una bolsa para manterla caliente, y una vez llegaron a tierra firme en Canadá, comenzaron la búsqueda de su dueño.

Según cuenta Matty, hubo un buen ambiente "cuando los dueños, desde hace mucho tiempo  consignados a la muerte de su perro, se enteraron de que estaba a salvo".

Los dueños, por su parte, se sorprendieron de ver de nuevo a su mascota.

Johnson quería compartir su historia con GNN porque "quería difundir buenas noticias e inspirar a las personas a que se den a conocer cuando surja la oportunidad".

Dos surfistas rescatan a un perro de una cueva que estaba "hambriento y con frío"