viernes. 19.04.2024

Los ancianos están siendo los grandes afectados por el coronavirus, tanto por ser población de riesgo como por el aislamiento que tienen que experimentar para evitar enfermar. Las residencias de mayores están siendo el gran ejemplo ya que por los brotes, y para evitar un aumento de contagios, deben extremar las precauciones hasta llegar a un confinamiento similar al de marzo.

La residencia de ancianos San Francisco en Águilas tuvo que cerrar el 9 de octubre por un brote detectado por un positivo y tras realizar las PCR a los ancianos, llegaron a un total de 23 residentes contagiados. Para no empeorar su salud, tanto los sanitarios como los directores del centro decidieron confinar toda la residencia. Una de las medidas para evitar el contagio fue retirar las cortinas de las ventanas y en ese momento, Pablo de 11 años y vecino de enfrente, conoció a sus desconocidos vecinos.

Pablo pasó horas viendo como sus vecinos estaban solos, sin compañía ni entretenimiento y se dio cuenta que sólo con saludarlos a través de un cristal, los ancianos ya se animaban. El confinamiento se levantó el 5 de noviembre y ahora que han pasado unas semanas complicadas, desde el centro residencial reconocen y agradecen el gesto de Pablo que sin duda ha hecho más llevadero el asilamiento de los residentes.

Además, la bondad y preocupación de Pablo es abismal. El pequeño se ha cerciorado de un detalle: no hay luces de navidad en su calle y sólo podrán disfrutar del ambiente navideño los residentes con habitaciones en la fachada. Escribió una carta al Ayuntamiento para remediar la falta de luces navideñas en esta calle y el Ayuntamiento ha respondido positivamente. En colaboración con una empresa local, colocarán en el patio interior del centro un árbol de navidad de tres metros, con todo tipo de detalle para que se hagan más llevaderas las extrañas fiestas navideñas de este año.

Pablo ha hecho una gran labor social ya que estos ancianos han recibido el cariño más sincero de un niño aunque fuera a través de un cristal. Ahora, sólo espera que mejore la pandemia para visitarlos.

Pablo, de 11 años, ha conseguido que los ancianos de la Residencia de enfrente tengan...