Cuando Suzie Vaghuan se separó de sus hijas, pensó que solo sería durante unas semanas. La crisis del coronavirus había empezado y como trabajaba en cuidados intensivos, esta enfermera determinó que lo mejor para trabajar intensamente y mantener sanas a sus hijas sería que se quedaran en casa de su hermana Charlotte.
Sin embargo, el aumento de presión en el hospital hizo que la estancia de las pequeñas con su tía se prolongase hasta dos meses y una semana. Mientras tanto, su madre trabajaba turnos de 12 horas. Hasta que finalmente llegó el momento de regresar junto a ellas. “Fue increíble verlas otra vez, eché muchísimo de menos a las niñas”, reconoce Suzie a la agencia de noticias PA.
Ella y su hermana crearon una distracción para sorprender a Hettie, de siete años, y Betta, de nueve. Mientras veían la televisión, su madre entró en el patio sigilosamente hasta colocarse detrás del sofá, donde las pequeñas la vieron por primera vez. “Cuando empezaron a llorar me sentí fatal, pero muy liberada de saber que había vuelto con ellas”. Un emotivo reencuentro como otros tantos que está dejando esta cuarentena.