sábado. 20.04.2024

Hace un mes abrió sus puertas, de nuevo, el quisco de la plaza de Ourense en la ciudad de A Coruña. La singularidad está en los integrantes de la plantilla 12 de sus 16 empleados son personas con síndrome de Down. Un proyecto de inclusión laboral impulsado por la asociación Down Coruña.

Desde el Ayuntamiento han cedido el local durante tres años, aunque llevaba tiempo en desuso los ciudadanos seguían recordando los bocadillos de calamares del lugar. Su nombre es  El Quiosco de Down Experience, donde en cuatro turnos distintos, abren para dar cafés por las mañanas, a las 8.00, y cierran a las diez de la noche, y donde no faltan los bocadillos de calamares que se pueden volver a disfrutar. Los domingos cierran por descanso. 

El proyecto apuesta por la integración de las personas con diversidad funcional, en este caso, con síndrome de Down. “Es un orgullo darle el pistoletazo de salida a este proyecto que me presentaron en campaña durante una visita  a la sede de Down Coruña y que me comprometí a llevar a cabo”, expuso Inés Rey, alcaldesa de A Coruña, en la inauguración. 

Este tipo de medidas refuerza la autonomía y la capacidad de hacer un trabajo de forma independiente.  Los camareros tuvieron una formación de meses, así lo explica Raúl, uno de sus profesores: “Son alumnos buenísimos, prestan más atención, no se distraen, es un gusto trabajar con ellos. Siempre están contentos, cantamos mientras cocinamos, no hay malos rollos". Hosteleros empiezan a preguntar sobre los camareros de Down Experience, iniciativas como esta visibilizan el trabajo que pueden desarrollar personas con diversidades funcionales. 

Sus especialidades son los cafés importados de Etiopía, Costa Rica y México, sin olvidar los bocadillos de calamares 2.0. Su éxito reside en la calidad del producto, pero sus camareros añaden una pizca de ilusión, compromiso y cariño, consiguiendo que todo el que va, repita.

Personas con Down encuentran trabajo gracias a este Quiosco inclusivo en La Coruña