Una profesora en Indiana invitó a sus estudiantes a que fueran a su casa por un abrazo después de llevar semanas sin verse por el confinamiento por la pandemia de COVID-19.
Kelsey Pavelka decidió construir espacio de plástico para poder disfrutar de los abrazos de sus estudiantes, manteniéndose protegidos contra el coronavirus.
Con unas cortinas de baño y cinta aislante ha fabricado esta barrera por la que introducen los brazos. Cada alumno tiene que desinfectarla después. Ha llamado a este proyecto 'Estación de abrazos en cuarentena'.
La profesora de segundo grado invitó a sus estudiantes a que fueran a su casa para recibir un abrazo. Así, Pavelka puede abrazar a sus alumnos, “un montón de veces” y ponerse al día con lo que habían estado haciendo durante este tiempo.