jueves. 28.03.2024

Cuando nació, Leonardo pesaba tanto como tres manzanas, 850 gramos, y tenía 31 centímetros de largo. Su índice de vitalidad era igual a uno, cuando para un bebé sano el rango va de siete a diez. Fue intubado inmediatamente e ingresado durante tres meses en UCI neonatal bajo estrecha observación del personal sanitario. Día tras día Leonardo peleó su batalla y sacó sus ganas de vivir.

Su madre, Silvia, sufría fibromatosis uterina, y con el compañero Luca había descubierto el embarazo inesperado después de una carrera al Hospital Valdagno por una grave hemorragia. El término del embarazo habría sido en diciembre, pero el 26 de agosto Silvia fue ingresada de urgencia en un hospital italiano por la rotura prematura de membranas. Pocos días después, un problema mayor obligó a los médicos a intervenir: el bebé, con el cordón umbilical fuera del útero, corría el riesgo de no tener más oxígeno ni sangre. Un caso raro, de un parto entre mil.

La intervención consiguió su objetivo y Silvia dio a luz a Leonardo, sin hemorragia gracias al profesionalismo y la urgencia de los médicos, quienes consiguieron rescater a la madre y un bebé que nació con solo 850 gramos. Un milagro, una lucha por llevar el embarazo lo más adelante posible, y luego un pequeño guerrero que quiso fuertemente crecer y vivir.

Leonardo cumplió un año estos días.

El pequeño Leonardo nació con tan solo 850 gramos: Hace pocos días cumplió un año