martes. 16.04.2024

La tenista española, Carla Suárez, a sus 32 años recibió una mala noticia en septiembre. “Pensé que tenía la Covid-19, pero era cáncer”, aseguró la exnúmero seis del mundo en una entrevista concedida a la serie Players’ Voice de Eurosport con motivo del Día Mundial contra el Cáncer.

Carla, que es conocida por tener uno de los mejores reveses del tenis, ya había decidido a principios de año retirarse y jugó su último partido en febrero de 2020 en Doha. Pero no quería que fuese de esta forma. Tras completar su tratamiento de quimioterapia durante meses, se ha recuperado satisfactoriamente en enero y ahora su objetivo es despedirse del deporte en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, que fueron pospuestos hasta el presente 2021 por la pandemia del covid.

La jugadora grancanaria recordó cómo se produjo su diagnóstico. “Me hice una prueba de PCR para comprobar si tenía coronavirus, que resultó negativa, y luego fui al médico porque tenía dolores de estómago”.

“Seguí sintiéndome mal, así que fuimos a ver a más médicos hasta que uno de ellos habló de la posibilidad de un linfoma, pero tuvimos que esperar a los resultados. Me hicieron pruebas y biopsias por todo el cuerpo hasta que finalmente me dieron la mala noticia”, añadió.

Desde el primer momento su principal preocupación fue saber cómo podría recuperarse. “No me pregunté nada sobre la enfermedad, ni por qué la tenía, ni qué pasaba, solo quería saber qué tenía que hacer para recuperarme”, relató.

Para Carla Suárez, la fortaleza mental que siempre ha exhibido en la pista ha sido fundamental para afrontar y superar los duros meses de tratamiento. “No sabía cómo reaccionaría mi cuerpo ante una situación nueva y sin precedentes como ésta, así que ha habido días que me han parecido físicamente muy duros, pero mentalmente lo he llevado muy bien”, explicó. “El tenis es un deporte individual y estamos acostumbrados a afrontar solos la recuperación”, añadió.

Aunque las restricciones por la COVID-19 le impidieron reunirse con grupos de amigos durante los meses de tratamiento, pudo jugar al tenis y disfrutar de las comidas de su hermano, además de los torneos de ajedrez familiares. “También he leído mucho y he pintado mandalas, es algo que me ha ayudado a pasar el tiempo”, afirmó.

La tenista española, que reconoce echar de menos a sus amigos del circuito y la competición, cuenta que su plan es despedirse en los Juegos Olímpicos de Tokio, aunque sabe que primero debe entrar en el equipo.

“No depende de mí y dependerá de la clasificación; para los individuales sólo puede haber cuatro jugadoras en el cuadro, así que si Garbiñe (Muguruza), Paula (Badosa), Sara (Sorribes) y Aliona (Bolsova) lo hacen bien en este inicio de temporada, me quedaré fuera. “Sin embargo, espero que, si Garbiñe tiene un buen ranking en dobles, podamos jugar juntas”, finalizó la entrevista.

“Pensé que tenía la Covid-19, pero era cáncer”, el testimonio de la tenista Carla Suárez