viernes. 29.03.2024

Emily Bugg y Billy Lewis de 34 años se comprometieron el verano de 2019 y a partir de ese momento comenzaron los preparativos de la boda reservando el local, el fotógrafo e incluso se llegó a comprar el vestido de novia.

Cuando la pandemia azotó el mundo, tuvieron que cambiar de planes. Lo primero que se les ocurrió fue reducir la lista de invitados a 50 personas, más tarde tuvieron que cambiar las fechas y por último decidieron cancelar el evento al completo y casarse en el ayuntamiento el 1 de octubre.

El problema de las bodas es que todo se reserva con mucha antelación y la pareja tenía depósitos y compras no reembolsables, como el vestido de novia o el pago del DJ. Sin embargo, había ciertas cosas que tenían solución. Por ejemplo, el dinero para el local donde se celebraría la boda ha sido destinado para la Fundación de Epilepsia y la fotógrafa que estaba contratada realizó las fotos en el ayuntamiento.

Jane Himmel es la propietaria de la compañía de eventos en Chicago con la que la pareja había planificado todo. Ella les informó que la mayoría de servicios tenían una política de no reembolso pero que muchos intentaban dar un servicio alterno, por ejemplo había  fotógrafos que cambiaban esas fotos de boda por retratos familiares o similar. Aún quedaba el dinero del banquete (más de 4000 euros) y tras las palabras de Jane, a la novia se le ocurrió un plan para aprovechar el dinero no reembolsable.

Bugg se puso en contacto con la propietaria del catering, Heidi Moorman Coudal, y con el director ejecutivo de Thresholds, una organización sin ánimo de lucro para ayudar a problemas de salud mental, y les hizo una propuesta: transformar el dinero del depósito del catering en 200 cenas para el día de Acción de Gracias. Emily es trabajadora social de este centro por lo que le pareció una gran idea ayudar dentro de su ámbito y tanto Heidi como la asociación estuvieron de acuerdo con su propuesta.

A pesar de que en Thresholds se han mejorado los servicios, las donaciones han bajado de manera brutal. De hecho, Thresholds realizaba una gala para recaudar fondos que normalmente alcanzaba los 33.000 euros. Sin embargo, este año se ha realizado de manera virtual y sólo han conseguido 15.000 euros.

El director agradece el gesto de la joven pareja que les ayuda a “sentir la calidez y seguir en marcha en estos meses difíciles” y esperan que estos actos de solidaridad tengan un efecto cadena para que poco a poco se vuelva a ayudar a los más necesitados.

Desde el punto de vista de los novios, saben que habría sido muy divertido celebrar ese momento con sus seres queridos pero realmente, gracias a la pandemia, han sabido valorar lo importante: tienen salud, tienen amor y tienen trabajo. Y a pesar de que es una situación complicada por qué no han tenido su gran celebración, saben que “es una manera hermosa de comenzar la vida matrimonial juntos”.

Una pareja cancela su boda e invierte el dinero del catering en cenas para personas con...