sábado. 20.04.2024

Un muladar de Castell de Cabres, en Castellón (Comunidad Valenciana), reunía a un grupo de aves necrófagas un caluroso día de agosto. Entre ellos, se encontraba un buitre leonado. A muchos kilómetros, en Jaén (Andalucía), los agentes de medio ambiente de la  Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible celebraban conocer el final feliz de su largo viaje. Es la historia de un ave carroñera que remontó el vuelo con la ayuda de la especie humana. Como cualquier historia, ésta tiene personajes principales y secundarios, pero todos son imprescindibles.

En septiembre de 2019, el Cuerpo de Bomberos de Andújar avisó a la Consejería de la presencia de un buitre leonado desorientado y aparentemente desnutrido en el casco urbano del municipio. Los trabajadores del Centro de Recuperación de Especies Amenazadas (CREA) Quiebrajano (Jaén) se hicieron cargo de él, consiguiendo que el ave recuperara fuerzas y trabajara su musculatura durante 25 días en el voladero oval. Como podía mantener su vuelo, su rehabilitación se aceleraba.

Cuando el buitre estuvo preparado para batir sus alas en el mundo exterior, no le dejaron solo sino que le acompañó un agente de Medio Ambiente. Como había sido anillado gracias a la colaboración del grupo de anillamiento Erithacus Sur, era posible seguir su rastro en caso de necesitar ayuda otra vez. También permitía un seguimiento de su longevidad, movimientos migratorios, filopatría, hábitat de campeo y nidificación.

Aquel día de octubre de 2019 en el Monte Peña del Águila, en pleno Parque Natural de Sierra Mágina, donde se dan los picos más altos de la provincia de Jaén, al ave observó el majestuoso cortado que tenía ante sus ojos. Miraba hacia su ansiada libertad, hasta que la conquistó. La misma libertad que quieren recuperar los jóvenes del Centro de Internamiento de Menores Infractores (CIMI) 'Las Lagunillas' de Jaén. Durante su internamiento se implican en el apoyo y crianza de aves, como terapia y actividad de educación ambiental.

La pandemia no ha afectado a esta labor que ya se hacía antes a puertas cerradas. En 2020, los jóvenes han colaborado en la crianza de 53 vencejos y 11 aviones. Desde su centro, sueltan las aves que han alimentado y cuidado. Mientras los pájaros remontan el vuelo de entre sus manos quizá estos jóvenes sueñen con volver a volar, también.

Los menores de 'Las Lagunillas' no son los únicos jienenses amigos de las aves. Muchos otros se implican desinteresadamente en los dos proyectos de cría en cautividad y reintroducción de aves en el medio natural, mediante la técnica de hacking o cría campestre, que se desarrolla en la provincia de Jaén. El CREA cede a estos programas los pollos ingresados una vez recuperados. El grupo local SEO Sierra Sur ha atendido a 64 vencejos y dos aviones este año y se ha solicitado también la colaboración de la Sociedad Ibérica para el Estudio y Conservación de los Ecosistemas (Siece) para el cuidado de 12 vencejos. La mayor parte de los ejemplares no presentan lesiones y solo necesitan alimentación durante una semana. Por ello, es posible el cuidado por parte de personal no especializado, a los que se forma y proporciona alimentación.

Así, ejemplares de lechuza común ('Tyto alba'), cernícalo vulgar ('Falco tinnunculus'), mochuelo europeo ('Athene noctua') y autillo ('Otus scops') vuelven a tener un hogar en las fincas de la provincia adscritas al programa LIFE, gracias al trabajo de SEO-Birdlife, entidad beneficiaria del Proyecto LIFE Olivares para conservación y fomento de la biodiversidad del olivar. Y los pollos recuperados de cernícalo primilla ('Falco naumani') se ponen en las manos de (Siece) para su reintroducción en las instalaciones que tiene en el municipio de Rus. Entre junio y agosto se recogen cada año alrededor de 600 de estas aves, 250 de ellas vencejos (Apus apus). Y es que, ante situaciones de exceso de calor, se tiran al suelo y sus atrofiadas patas ('apus' significa 'sin pies' en latín) les impiden remontar el vuelo.

Más de 830 aves en el CREA en 2019

El coronavirus no ha logrado interponerse en el camino de estas aves, ni en la solidaridad y el compromiso medioambiental de los vecinos de Jaén, ni en el trabajo del CREA, que fue declarado servicio esencial, aunque sí lo ha hecho todo más difícil. El balance del año 2019 en Jaén se cerró con un total de 833 recogidas de ejemplares heridos de especies silvestres de fauna autóctona andaluza para su posterior traslado al centro de recuperación.

Dentro de los vertebrados terrestres, las aves son el grupo que tiene mayor número de ingresos, con un porcentaje del 90%. A pesar de la pandemia, la cifra de ejemplares ingresados se ha mantenido (700 hasta agosto) gracias a la colaboración desinteresada de ciudadanos que han recogido animales heridos o dado avisos. Además, entidades colaboradoras y los cuerpos de policía local, Guardia Civil y bomberos han contribuido a la recogida y acogida en sus dependencias.

La pandemia sí ha supuesto una barrera entre los niños y las aves, ya que se han tenido que suspender los programas de educación ambiental de la Junta en centros escolares en colaboración con el CREA. Estas iniciativas consisten en hacer efectiva la suelta o el anillamiento de aves implicando a los más pequeños, como un ejercicio de sensibilización mediante la propia experiencia. En total, 583 alumnos jienenses participaron en la suelta de ejemplares el año pasado. Como compensación, desde la Delegación Territorial de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible se convocó un concurso para animar a niños y jóvenes a observar aves desde la ventana durante el confinamiento. Un canto a la libertad que nos inspiran las especies voladoras que a veces, sólo a veces, necesitan a la especie humana para poder volar.

Más de 500 niños y jóvenes andaluces se implican en el cuidado, recuperación y...