jueves. 28.03.2024

En la tradición judía, una mitzvá es una buena acción que se realiza de buena fé simplemente porque es lo correcto. Y así consideró Evelyn Topper el acto amable de un extraño sin hogar que se había esforzado por devolverle la cartera que había perdido.

Topper probablemente dejó caer la billetera cuando ella y su nieta, Mikayla Gounard, salían de una cafetería en San Rafael, California, pero Topper no se dio cuenta de que faltaba hasta que llegó a casa. Sus tarjetas de crédito, débito y médicas habían desaparecido y estaba comprensiblemente preocupada.

Al día siguiente, sin embargo, Topper recibió una llamada que puso fin a sus preocupaciones. Sean Curry había encontrado la billetera en un contenedor de basura detrás de la cafetería. Excepto por el efectivo, su contenido estaba intacto. A pesar llevaba en la calle cinco años, en lugar de aprovecharse, Curry se molestó en devolver la cartera a Topper. Si bien Topper elogió su comportamiento y lo declaró una mitzvá, Curry no creía que hubiera hecho nada fuera de lo común. Lo había hecho, porque "tenía corazón" y "así es como me criaron".

Mientras que una verdadera mitzvá se realiza sin esperar reconocimiento o recompensa, a veces los buenos actos tienen su recompensa. Mikayla Gounard ya había planeado una fiesta para su próximo cumpleaños. En lugar de regalos, decidió pedir que se donaran el dinero a ONGs.

Gounard aún no había elegido a qué organización benéfica se destinaría el dinero, pero después de saber más sobre el hombre que tan desinteresadamente había devuelto la billetera de su abuela, la elección parecía obvia. Era el turno de Gounard para poner en marcha su propia mitzvá.

El día de su fiesta, la recién nacida niña de 12 años colocó una foto de Curry y una cesta junto a globos y regalos de fiesta en una mesa al aire libre en la entrada de su casa y consiguió recaudar cientos de dólares.

Cuando Gounard y su madre se reunieron con Curry al día siguiente para darle el dinero, él admitió sentirse realmente conmovido por el solidario gesto. Gounard decidió que había que compensar a ese hombre por su hazaña porque sabía que era lo correcto. 

Una niña dona todo el dinero de sus regalos de cumpleaños al sin techo que le devolvió...