martes. 16.04.2024

“Llueve en Madrid pero nunca llovió que no escampara. Aunque no lo creas puede que esos días fueses importante para alguien” ponía Isaac de texto junto a la foto de la carta.

Captura de pantalla (223)

Cristina, una vecina de Isaac, decide colgar en el ascensor del edificio una bonita carta para todos los vecinos en la que les agradece lo que hicieron por ella el año pasado en pleno confinamiento. Los vecinos se pusieron de acuerdo para hacerle un regalo por su cumpleaños, algunos incluso sin apenas conocerla. “Es casi seguro que los destinatarios de esta carta no sois conscientes de lo importante que fuisteis para mi aquel día”, explica.

La chica recuerda lo vivido hace un año. Ella estaba embarazada de su primer bebé, con miedo por la situación que se estaba viviendo y sin saber qué iba a pasar. Así le toco vivir ese día tan especial para todos en el que cumplimos años. “Como cada tarde en aquellos momentos, salimos al aplauso en la ventana. Allí, alguien que aún desconozco ponía música para amenizar nuestras veladas. Aquel día, sonó el cumpleaños feliz por sus altavoces. No iba dirigido a mí, pero yo acababa de recibir la sorpresa de una videoconferencia con mis seres queridos y estaba feliz de haberles visto, reunidos en una fiesta telemática”, contaba la autora de la carta.

Explica lo emotivo e importante que fue para ella esa canción, la cual bailó y cantó como si nunca lo hubiera hecho antes. “Los balcones de enfrente empezaron a aplaudir y algunos incluso me gritaron un ‘felicidades’ que recibí con la alegría de quien anhela celebrar”.

A los tres días de su cumpleaños Cristina dio a luz a una niña, Chloé. Al volver a casa también sintió el calor de sus vecinos, quienes se alegraban de volver a verla. “Una mujer que a veces tocaba el piano, un matrimonio que solía hacer ejercicio en la terraza, una chica que salía con su perro a aplaudir, una señora de pelo blanco, una pareja que nos saludaba”.

Ahora, un año después de ese extraño período de nuestras vidas en los que pasamos los días confinados en casa, Cristina quiere hacer conocedores a sus vecinos de la importancia que tuvo para ella. “Una mujer que a veces tocaba el piano, un matrimonio que solía hacer ejercicio en la terraza, una chica que salía con su perro a aplaudir, una señora de pelo blanco, una pareja que nos saludaba”.

Una mujer deja a sus vecinos una emotiva carta en el ascensor: "Aunque no lo creas...