Las marmotas suelen ser tímidas y no les gusta interactuar con las personas, pero a una colonia alpina en Austria de este curioso animal le ha gustado Matteo, un niño que lleva visitándolas desde que tenía tres años.
Matteo Walch, un niño de 14 años de Innsbruck, apareció por primera vez en los titulares de las medios internacionales en 2012, cuando se viralizaron unas a fotos de él frotándose, literalmente, las nariz con la de las marmotas de una colonia en Groslocker, en los Alpes austríacos.
Tenía ocho años en ese momento, pero había estado visitando a sus peludos amigos cada años desde que tenía solo tres y, por alguna razón desconocida, le había gustado.
La madre del niño, que fue quien hizo las fotos de Matteo y las marmotas, asegura que los grandes roedores no le tienen miedo porque entienden que los quiere y que no harían nada para hacerles daño. Ahora, siete años después de sorprender al mundo con su extraño y, a la vez, tierno vínculo con las marmotas, Matteo Walch todavía visita a sus curiosos amigos y su amistad es más fuerte que nunca.
“Es bastante diferente de los otros niños. Se mueve muy lentamente y es paciente con ellos. Siempre está muy tranquilo y parece que eso les gusta [a los animales]", cuenta la madre de Matteo, Michaela, a Caters News.
A pesar de que la apariencia de Matteo ha cambiado casi radicalmente desde que comenzó a visitar las marmotas, lo reconocen instantáneamente cada vez que llega y acuden a él como para saludar a un viejo amigo. "Tienen una conexión realmente especial", señala la progenitora de Matteo.
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