Filomena puede haber dejado estragos, pero a pesar de las nubes, la luz de los madrileños no ha desaparecido.
Miles de voluntarios se han ofrecido con sus 4x4 a prestar servicio a aquellos que lo necesiten. Generalmente transportan personas de un lugar a otro, tal vez hospitales.
Uno de los voluntarios es Miguel, que la ha llevado al hospital para continuar con el tratamiento. Lo hacen al estar las ambulancias colapsadas, pero no po ala nieve se amedrentan, ya que el conjunto de voluntarios son conductores experimentados.
Se les contacta por teléfono y acuden a la llamada. Entre las cosas que llevan en el coche hay mantas, cuerdas, e incluso palas para abrirse camino.
Ayudan a personas como Feli, enferma de cáncer y que no puede avanzar a causa de la nieve y que es una usuaria habitual estos días ya que ha necesitado este servicio para poder ir a su cita con el anestesista y lo volverá a utilizar para poder llegar a su operación.
La única compensación que reciben es la satisfacción personal ya que según explican "no tendría sentido pedir dinero" y durante estos días han salvado muchas vidas. Su labor ha continuado incluso por la noche y los trabajadores del hospital también lo agradecen. Gracias a ellos, siete días depuestos de la nevada, muchas personas pueden acudir a los destinos requeridos.
