martes. 16.04.2024

Lucas es uno de los menores de 19 años que ha estado ingresado en la UCI por el coronavirus. Es uno de los casos excepcionales en los que el COVID-19 ha afectado tanto a un menor, hasta el punto de tener que trasladarle a la Unidad de Cuidados Intensivos. Su caso está siendo estudiado por los investigadores ya que ha desarrollado anticuerpos frente al virus.

En marzo, Lucas fue el primer paciente de la UCI pediátrica a causa del coronavirus. El resto de pacientes que se encontraban en la misma unidad a causa del virus eran bebés o adolescentes, pero ninguno era un niño de 10 años. Lucas cumplió 11 años en el hospital, pocos días después de que los médicos alertasen a los padres de que podría haber alguna complicación que podría desencadenar en lo peor. La madre de Lucas, Elena, recuerda la rápidez con la que tuvieron que trasladarle ya que, de acuerdo con la radiografía torácica, el pulmón era "blanco entero".

A Elena le dijeron que ya no podría acompañar a su hijo mientras lo trasladaban, "Era como si acabasen de entrar cuatro astronautas en la habitación"," Él se asustó mucho, pensó que ya no me iba a ver”, recuerda. Poco después Lucas se puso a llorar y sufrió un ataque de tos, "Según entró le dio otro ataque de tos y se le echaron encima siete médicos. Estuvieron a punto de intubarle. Yo no me atrevía a preguntar si se iba a morir. Les decía si estaba evolucionando tan mal como un adulto”, han declarado a El Confidencial.

El niño sufrió una brioquiolitis cuando era un bebé y una neumonía hace dos años, pero sus padres aseguran que por lo demás era un niño perfectamente sano. Lucas comenzó a encontrarse mal el 17 de marzo por la tarde, días después de comenzar oficialmente el confinamiento. “El niño primero me dijo que le dolía la tripa, un poco el pecho, pero llevábamos muchos días siguiendo las noticias, además tengo compañeros de trabajo en Milán y habíamos hablado mucho del coronavirus delante de él. No le di importancia. Le dije que serían gases, que se tirase cuatro 'peos' y se olvidase". afirma Elena en El Confidencial.

Al día siguiente, Lucas se quejó diciendo que le costaba respirar y sentía dolor en el pecho. A las nueve de la noche tuvo una fiebre alta con 39,5 grados. Tras esto, los padres tenían miedo de administrarle ibuprofreno ya que se había extendido la noticia desde Francia acerca de que este medicamento podía ser contraproducente “Le di paracetamol y me fui a Urgencias de La Paz. Estaba todo casi vacío, ellos con mascarilla, era fantasmagórico. El niño se pone nervioso y acaba vomitando en una papelera. La fiebre le había bajado mucho. Le vuelven a auscultar, un chute de metalgial y de nuevo para casa”. recueda Elena en su declaración a El Confidencial.

A la mañana siguiente Lucas ya no tenía fiebre pero se encontraba muy cansado, sin fuerzas ni para jugar a la play. El padre del pequeño, Elías recuerda en El Confidencial que "Yo nunca le había visto así, ni con la neumonía". A las 8 de la tarde los padres trasladaron al niño a Urgencias y el pediatra, tras oír algo extraño en el pulmón decidió hacerle una placa. Tras esto, le metieron un palito por la nariz y le realizaron una analítica. Tras esperar los resultados confirmaron que se trataba de un positivo en coronavirus. Sin embargo eso no fue todo, tras examinar el resultado de la placa y con el positivo de los análisis, el pediatra les informó acerca del diagnostico de Lucas: “Neumonía bilateral con derrame pleural en el pulmón izquierdo”.

Lucas pasa a estar ingresado y comienza a empeorar por momentos. Los médicos van cambiando el respirador por uno más grande que le de una mayor asistencia respiratoria. “El domingo, a la una de la mañana, asoma el pediatra otra vez y me dice que el niño ha empeorado y que ha estado hablando con los intensivistas”, recuerda Elena. Ante la perspectiva de que siga evolucionando como un paciente del COVID-19 adulto , deciden bajarlo inmediatamente a la UCI.

"Mi mujer me dice que el niño no reacciona a ninguna medicación. Cojo el coche y me voy a 200 por hora. Casi me mato por el camino varias veces. Al llegar, me encuentro a mi mujer destrozada en la puerta de la UCI. Nos sentamos con el médico y nos explica con mucha claridad las cosas. Nos dice que si está ahí es porque está muy mal. Lo hace con un tacto y una claridad increíbles. Si no has vivido una UCI es bastante impactante. Es como un hotel de cinco estrellas en el que vienen a verte cada pocos minutos para que estés bien”. Comenta Elías a El Confidencial.

En la UCI, Lucas no mejoraba. “Le pusieron un respirador de flujo rápido y bocabajo. El kaletra le empezó a dar mucha diarrea”. El martes por la noche les ofrecen probar un medicamento que está dando buenos resultados con adultos, el remdesivir. “Lo estaban trayendo de Estados Unidos y nos dicen que cuando llegue se lo pueden administrar, que es un medicamento que se usa con el ébola y está dando buenos resultados con coronavirus. Tuvimos que firmar un papel aceptando el tratamiento porque no estaba probado con niños. Me da miedo pero nos fiamos y lo firmamos”, recuerda Elena en su entrevista en El Confidencial.

Mientras tanto el Hospital de la Paz se iba convirtiendo paulatinamente en un hospital de guerra.Los pacientes por coronavirus no dejaban de entrar y el hospital comienza a necesitar la UCI pediátrica ya que los niños afectados por COVID-19 son muy escasos. “Los niños que no eran covid los suben a reanimación y a nosotros nos cambian a una habitación del fondo. Desenchufan a Lucas del respirador para moverlo y empezaba a ahogarse. Cuarenta metros, pero casi me desmayo. Empiezan a cambiar los protocolos, que si zona limpia, zona sucia. Un lío", afirma Elena para El Confidencial.

Un alto cargo de pediatría del Hospital Niño Jesús consuela a Elías diciendo que "están todos los pediatras de España mirando qué coño le pueden dar a Lucas, que me fíe, que está en buenas manos, en las mejores, que La Paz, como el Niño Jesús, tiene la mejor tecnología, los mejores profesionales, la mejor medicina…”. Sin embargo, Lucas empeora muy rápido y empieza a ser un paciente en estado crítico, haciendo pensar que esa noche acabaría entubado o sedado.

Sin embargo, “Al final no hizo falta intubarle y empezó a recuperarse tan rápido como había empeorado. El viernes estuve con él y se vio la grabación del Madrid-Atleti de la Champions. Fue tan rápido que no te das ni cuenta. Al día siguiente lo sacaron de la UCI” recuerdan los padres. Con este resultado ellos creen que el Remdesivir pudo ser el medicamento que consiguió que Lucas saliera de ese estado crítico.

Después de cuatro días en planta y después de tomar la medicación, Lucas consiguió dormir en su casa.

Después de hacerse las pruebas Elías ha presentado anticuerpos. Elena no las ha realizado pero está convencida de que también lo ha pasado “Me eché tanto alcohol en las manos que no sé si los sabañones eran de eso o del virus. Tuve un dolor de cabeza brutal, ganas de vomitar, diarrea. Y el paracetamol no me quitaba el dolor de cabeza. Estuve ocho días mala, aunque algunos puede que fuese del nivel de estrés que llevaba encima”.

Ahora, Lucas está apuntado a un programa de investigación para que la comunidad científica pueda estudiar más a fondo la enfermedad. "Venimos hoy del hospital y están estudiando unos 7.000 casos a nivel nacional. De todos los casos pediátricos que ha habido, 45 han pasado por La Paz. Le miran de todo: pediatría, analítica, ocho tubos de sangre le han sacado, nos piden información de alergias, estudian su genética. Hoy le han dilatado la pupila del ojo para ver las venillas, y revisar si puede haber alguna secuela o alguna derivación como esos casos de Alemania y Estados Unidos, pero está sano. Los pulmones los tiene como nuevos”. El padre confiesa que por primera vez hoy ha respirado tranquilo del todo. “Lo peor de este virus es lo traicionero que es. Yo vi la cara de mi hijo esa mañana y le hice caso a mi mujer. Si tardamos un día más, a lo mejor no lo cuenta”. recuerdan en El Confidencial.

Lucas ha sido bautizado por los pediatras del Hospital de la Paz como "super Lucas" y ya está en casa tan sólo con el amargo recuerdo del susto. Cuando Lucas volvió al colegio online, sus compañeros y profesores le recibieron con un gran y emocionante aplauso.

Elías comenta a El Confidencial que se ha quedado en un susto en el que todos se están recuperando. Sin embargo, Elena "Hay noches que no duerme todavía" debido al gran estrés que sufrió.

"Super Lucas", el niño de 11 años que estuvo en la UCI con respirador por el Covid-19 y...