Agentes de policía de Florida han logrado salvar la vida de un bebé que se había atragantado con un trozo de galleta. La madre sostenía al pequeño, de 18 meses, en brazos cuando se produjo el accidente. La madre no sabía qué hacer, su hijo cada vez se ponía más morado, y decidió salir a la calle a buscar ayuda. Tuvo la suerte de que en ese momento, una patrulla pasaba por su casa.
La policía acudió en su ayuda y, tras múltiples intentos de reanimación, lograron que el bebé respondiera y comenzara a respirar con normalidad. En las imágenes, grabadas por una cámara interna que llevaba uno de los agentes, se ve cómo el bebé, aparentemente inerte, no responde a los estímulos. Los oficiales empezaron a darle palmadas en la espalda, mientras la madre, histérica grita “¡oh Dios mío! Tuvieron que alejarla. Varios agentes asistieron al lugar para ayudar a reanimar al niño, hasta que finalmente, tras momentos de tensión, consiguieron salvarle mediante la maniobra de Heimlich.
Ahora, la madre, Amanda Zimmerman, se ha reunido con los policías que trata como héroes.
