jueves. 28.03.2024

La pesadilla para esta familia británica comenzaba hace casi un año. Cuando la pequeña de la casa Tafida Raqeeb, de tan solo 5 años, les dijo a sus padres que le dolía la cabeza. Un dolor que resultó ser más grave de lo que nunca pensaron: una hemorragia cerebral la dejó en coma.

Fue entonces internada en el Royal London Hospital y tras un estudio del tronco cerebral se demostró que no sufría muerte cerebral. Los médicos de la niña, sin embargo, se mostraban plenamente convencidos de que nunca recuperaría del estado de mínima conciencia por eso propusieron a los padres desconectar el ventilador para acabar así con su vida. Los padres se negaron, no querían la eutanasia para su hija.

Shelina, la madre, y Mohammad, el padre, lo tenían muy claro. "Nuestra hija no es una enferma terminal, está teniendo una evolución positiva", señalaban a los medios. De hecho, afirmaban que Tafida necesitaba cada vez menos el respirador artificial. Como no perdiían la esperanza de volver a ver a su niña despierta buscaron un hospital que sí que quisiera cuidar hasta el final de ella. Lo encontraron: el Hospital Pediátrico Gaslini de Génova (Italia), pero el hospital británico se negaba al traslado. La solución pasaba entonces por acudir a los tribunales. Y este apostó por la fe de los padres.

Oportunidad que no ha caído, de momento, en saco roto. Tafida, que llegó a la localidad italiana de Génova el pasado 15 de octubre y fue trasladada al Hospital Pediátrico Gaslini, ha abierto los ojos y se le ha retirado la respiración asistida. Ya se encuentra en una unidad especial para niños con enfermedades crónicas, donde ha comenzado con la terapia de rehabilitación. “Ya no necesita más cuidados intensivos", ha indicado el director del área neonatal del hospital, según recoge el diario 'The Guardian'. No obstante, desde el hospital se recuerda que "en casos de daños neurológicos tan graves como estos" tiene que pasar tiempo para poder conocer la mejora potencial de Tafida.

De momento, su madre confía, como siempre lo ha hecho, en la recuperación de su pequeña. Shelina cuenta que "cualquier persona que pudiera ver ahora mismo a Tafida, quedaría sorprendida. Ya no tiene ningún tubo en la nariz y abre los ojos". Además, en la unidad de rehabilitación en la que se encuentra hay equipos de fisioterapia, una piscina de hidroterapia y todo lo necesario para que su hija progrese y haga cosas "que no podía hacer antes”.

La pequeña Tafida sale del coma tras estar a punto de ser desconectada y que sus padres...