Freddy McConell nació siendo una mujer, pero hoy es un hombre transgénero. Su caso ha dado la vuelta al mundo tras aparecer en las portadas de numerosos rotativos británicos por llevar a los tribunales su intento de que en el certificado de nacimiento de su hijo, –el cual dio a luz con ayuda de un tratamiento de fertilidad–, figure como su padre, y no como su madre; una batalla legal sin precedentes en Reino Unido que, sin embargo, no ha podido ganar.
La justicia británica entiende que McConell, de 32 años y oriundo de Kent, debe ser su “madre” porque dio a luz al niño, quien ha de tener el “derecho a saber la identidad de la persona que le tuvo”.
“Ahora es médicamente y legalmente posible para un individuo, cuyo género es reconocido por la ley como un hombre, quedarse embarazado y dar a luz a un niño. Si bien el género de esa persona es ‘masculino’, su estatus parental, derivado de su papel biológico en el parto, es el de madre”, subraya el tribunal. Todo, pese a que antes de dar a luz McConell fue reconocido legalmente como hombre, tal como informa el medio británico The Guardian.
Entiende así la justicia que la maternidad está asociada al hecho de estar embarazada y dar a luz, independientemente de si la persona que lo hizo está considerado un hombre o una mujer según la ley.
McConell, lleva ya varios años viviendo como hombre, mantuvo su sistema reproductor femenino y dio a luz en 2018. La batalla judicial la inició al descubrir que, efectivamente, en el registro del bebé él aparecía como su madre, a pesar de que contaba con un certificado que dejaba claro que, legalmente, él es un hombre.
Su denuncia rápidamente desencadenó una enorme polémica que, entre otras cuestiones, traía consigo la redefinición del concepto de madre, la defensa de los derechos trans y la necesidad de una reforma legislativa.
Ahora, la derrota judicial ha supuesto un duro golpe para él y todos los que le han apoyado, si bien ha dejado claro en las redes sociales que cabe el planteamiento de un recurso que sin duda van a presentar.