viernes. 19.04.2024

Alejandro Pérez se convirtió en uno de los cetreros más precoces de Pontevedra. A sus 20 años era ya todo un referente del cuidado de las aves hasta que le llegó el día de abandonar la vida, el 23 de octubre del 2018.

Su pasión le ha perseguido más allá de la muerte y una de las águilas a las que tanto tiempo dedicó aún visita su tumba cada mañana. Se trata de Kira, un águila Harris que en vida se volvió su inseparable compañera, allá por el año 2015.

Los que conocen la historia disfrutan de la vista del majestuoso pájaro cuyo vínculo con su cetrero rebasa los límites de la naturaleza. El ave rapaz, que se puso muy nerviosa al notar la ausencia de su dueño, se ha convertido en la conexión de la familia con el fallecido.

Kira, el águila que visita cada mañana la tumba de su dueño