jueves. 25.04.2024

En Roma, el verano es también el cine en las plazas. Miles de personas se van sentando en un escrupuloso orden en la plazoleta de San Cosimato en el Trastevere. Los organizadores piden reservar con antelación a través de una página web y dan horarios de entrada para evitar aglomeraciones. El primer ministro, Giuseppe Conte, acudió la primera noche a principios de julio y se sentó en el suelo, como todo el mundo.

La normalidad de una noche de cine de verano es extraordinaria en tiempos de una pandemia global que ya ha causado más de 600.000 muertos en todo el mundo. Más de 35.000 víctimas en Italia, el primer país europeo donde aterrizó el coronavirus y también uno de los primeros en salir de la emergencia, a través de un desconfinamiento gradual que, hasta el momento, ha demostrado dar sus frutos. Cinco meses después de que se descubrieran los primeros casos a finales de febrero en Lombardía y Véneto, Italia parece tener el virus bajo control y en los últimos días no ha habido un repunte drástico de los casos. Ayer hubo 190 nuevos contagios, menos que en el fin de semana.

“Hay pequeños focos en todas las regiones pero por el momento se han controlado todos en pocos días”, explica a La Vanguardia el secretario general del Ministerio de Sanidad italiano, Giuseppe Ruocco. “Nuestra principal preocupación ahora mismo son los casos importados”, subraya. Se refiere a algunos brotes que han surgido a raíz de la llegada de personas extracomunitarias a Italia, como el que se originó por un avión de inmigrantes bangladesíes a Roma.

Italia parece tener el virus bajo control sin repuntes de COVID-19