sábado. 20.04.2024

Ignacio, vecino de Taracón, Cuenca, hace unos días que se precipitó a un pozo de grandes profundidades el cual estaba cubierto por arena, "yo calculo que ese pozo de agua tendría unos 20 o 25 metros", explicó Ignacio.

Ignacio comentaba como a penas podía mantener la cabeza en la superficie y se las pudo arreglar para llamar a un amigo desde su teléfono móvil, confesó que para el momento en el que llegó la Guardia Civil, sabía que no le quedaba mucho tiempo de vida.

Ignacio pudo gritar como no le quedaban más de diez minutos, lo primero que hicimos fue tirarnos a por él porque dijo que no podía", comentan los agentes con los que días después Ignacio pudo reunirse. Estos tuvieron que formar una cadena entre ellos para poder llegar al brazo de Ignacio y sujetarlo con una cuerda para poco a poco conseguir sacarlo, contando con que las paredes de arena se desprendían cada vez más durante el rescate.

El superviviente afirma que se metieron en el agujero sin saber como era y que gracias a su rápida respuesta hoy les debe la vida.

La Guardia Civil rescata de un pozo a un hombre en Cuenca