viernes. 19.04.2024

CBN. La guerra contra el vello corporal data desde hace siglos. En el antiguo Egipto, tanto hombres como mujeres se preocupaban por su imagen, por lo tanto, usaban ungüentos y ceras naturales para conseguir una piel sin pelos. Ahora bien, si nos ceñimos a la Edad Contemporánea, podríamos afirmar que ninguna mujer u hombre occidental se preocupaban por el vello corporal.

El motivo era la ropa, porque no había necesidad de mostrar la piel. Las prendas cubrían todo el cuerpo. En 1910, las actrices y las bailarinas fueron las primeras en experimentar un prejuicio hacia el vello femenino. Por tanto, utilizaban cremas depilatorias para los brazos, la cara y la nuca. En 1915, el diseño de los vestidos cambiaron y empezaron a mostrar más piel.

En 1920 marcó el inició de la era moderna, y la moda de cubrir todo se quedaría en el olvido. De pronto la piel ya podía ser mostrada. La publicidad aprovechó esta situación destinando mensajes sobre que “la mujer de moda dice que las axilas deben ser tan suaves como la cara”. Esto ocasionó que la industria disponga algunas técnicas de depilación.

Por ejemplo, las cuchillas fueron alternativas rápidas y cómodas, sin embargo, en realidad no te depilas sino que cortas el vello al ras de la piel. Por lo tanto, se innovó con otro producto de belleza como las ceras depilatorias. La cera para depilación disminuye los vellos encarnados y el crecimiento del pelo es mucho más lento y fino. También evita riesgos de cortes o irritación. Debido a sus ventajas, actualmente sigue utilizándose. Sin embargo, este método conlleva un significativo dolor que algunas mujeres la definen como una práctica monstruosa.

Por esta razón, presentaron la depilación láser que elimina el vello por medio de energía lumínica. Los equipos láser adecuados para depilación son los que poseen una longitud de onda entre 700 y 1400 nm. Cuando un paciente se somete a un aparato de depilación láser debe ser estudiado y valorado para que según el tipo de piel, de pelo y área a depilar se elija el láser más adecuado.

La efectividad del tratamiento depende en gran manera del color de la piel y del pelo. También están incluidos factores como el grosor de éste, la profundidad a la que se encuentra y su etapa de desarrollo. La regla general es que, es más eficaz en pacientes de piel clara y pelo oscuro y grueso.

El protocolo que debe seguirse en una depilación láser es la valoración del paciente por parte de un especialista (dermatólogo) que realice la historia clínica y una revisión física para determinar las características del pelo, la piel y la zona a tratar. Proporcionar al usuario distintas recomendaciones respecto al sol, depilación del área entre sesiones, cremas fotoprotectoras, entre otros.

La piel debe estar limpia y libre de grasa o medicamentos. Realizar fotografías y delimitar la zona a tratar. Rasurar la zona previamente si fuere necesario. Durante el tratamiento, tanto el personal aplicador como el paciente usarán gafas protectoras.

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