jueves. 28.03.2024

Aunque existen diferentes mitos como que, tras la muerte, las uñas y el pelo siguen creciendo, nunca nos hubiéramos imaginado lo que revela esta nueva investigación. Un estudio llevado a cabo por la 'Instalación Australiana de Investigación Experimental Tafonómica' (AFTER por sus siglas en inglés) ha descubierto que el cuerpo sigue emitiendo pequeños movimientos hasta más de un año después del fallecimiento de la persona.

Para comprobarlo, la científica médica Alyson Wilson ha observado un cadáver durante un período de 17 meses. Para ello, ha utilizado el cuerpo de un donante y lo ha grabado con una cámara time-lapse con intervalos de 30 minutos durante casi un año y medio. El estudio ha concluido con que estos ligeros movimientos pueden deberse al proceso de descomposición, ya que tras el fallecimiento, los ligamentos se secan y esto hace que las extremidades se contraigan.

Esta investigación ha sido la primera en señalar que el cuerpo puede emitir movimientos tras su muerte. Hasta ahora, se creía que una persona había fallecido en el momento en el que el cuerpo dejaba de moverse. Además, según señala 'Science Alert', este descubrimiento no solo se atribuye a las personas, sino que estos movimientos también se producen en animales.

Además, el equipo de la científica australiana ha descubierto que, con este tipo de cámara, puede conocerse con más precisión el tiempo que ha pasado desde el fallecimiento de una persona. Un descubrimiento que supone un gran avance para la ciencia y especialmente, para el análisis y la interpretación en casos forenses.

AFTER es un centro australiano que estudia los procesos de descomposición en los organismos y su posterior fosilización. Fue fundado en el año 2016 y se trata del único centro que investiga esta ciencia en el hemisferio sur, ya que la mayoría de estas investigaciones se llevan a cabo en Estados Unidos, donde el clima y otros aspectos que repercuten en la descomposición de los cuerpos son muy diferentes.

Descubren que el cuerpo sigue moviéndose hasta 17 meses después de morir