La educación en época de pandemia es muy complicada porque para evitar el contagio de coronavirus los espacios cerrados como las aulas tienen que estar ventiladas y con las ventanas abiertas en todo momento, incluso en invierno. El viento del invierno sopla fuerte y los papeles de las clases salen volando además del frío que se debe soportar por estas condiciones. 

Un colegio gaditano ha elaborado un sistema por el cual a bajo coste se solucionaría este problema de disconformidad térmica causada por el frío en las aulas. Se trata del colegio público Profesor Juan Carlos Aragón de Cádiz. 

La propuesta de dicho centro educativo son las planchas de policarbonato que se colocan en el rail de la ventana y que tapan la ventana hasta la mitad. Con esto se logra asegurar la adecuada ventilación del espacio a la misma vez que se proporciona una fuente de calor a los alumnos y profesores en las clases cuando el frío azota, ya que al estar tapada la ventana por la parte de abajo solo el aire no da directamente a los pupitres.

La inventora de esta idea fue una profesora del colegio quien usaba este material en su huerto y pensó que tal vez también podría funcionar en su lugar de trabajo. Se encargaron 50 planchas por el precio de 160 euros, un precio bastante asequible si se tienen en cuenta el medio centenar de ventanas con el que cuenta el centro educativo. 

Esta actuación ha sido comprobada además científicamente por parte de una experta en Ciencias Ambientales para asegurarse que las planchas no ayudan a la expansión del virus en el aire. Se ha comprobado que es eficaz y que no supone un peligro para la salud pública de los alumnos y docentes porque garantiza la adecuada ventilación.