jueves. 28.03.2024

Bertín Osborne y Fabiola Martínez llevan años expandiendo la solidaridad por medio de la Fundación Bertín Osborne, que ayuda aproximadamente a 2000 personas. Además de volcarse en la parálisis cerebral, enfermedad que sufre su hijo de 13 años Kike, se centra en otras dolencias y lesiones.

La ayuda que ofrecen a familias españolas pasa desde la recaudación de fondos y dar visibilidad pero sobre todo apoyo emocional en momento duros como los que están pasando ahora.

En esta segunda ola de coronavirus que se aproxima a las fechas navideñas, la fundación ha comenzado un nuevo proyecto: vender un décimo de Navidad para la recaudación de fondos. Lo recaudado con el décimo de número 87.738 tiene como objetivo invertirse para mejorar el bienestar de las familias que tienen menores que sufren alguna discapacidad.

Fabiola ha declarado para Jaleos que este momento que estamos sufriendo es difícil para todos y las fundaciones benéficas no han sido menos. Estas fundaciones tienen ingresos económicos de grandes ONG o personas individuales, pero actualmente el ingreso es menor y la necesidad de recaudar para ayudar a las familias aumenta.

Por ello, Bertín y su mujer han puesto en marcha esta iniciativa para recaudar dinero y seguir adelante para ayudar a los más necesitados, ya que según ha comentado Fabiola “estamos al pie del cañón para seguir de la mano con las familias”.

La mujer de Bertín también ha aclarado que si todo sale bien, pasaran las navidades en su casa de campo de Sevilla para estar todos juntos en estas fechas tan señaladas.

Fabiola Martínes y su hijo Kike

Como ya informó Martínez en sus redes sociales, su hijo menor Kike se contagió del COVID a mediados de septiembre. “Después de tanto protegernos, cuidarnos, aislarnos y hacer todo lo que nos indicaban, lo hemos pillado”, así informaba la madre del pequeño que el coronavirus había entrado en la casa de los Osborne. Aclaraba que había sido su hijo quien se había contagiado pero que tras unos días, superaba la enfermedad.

Además, desde el inicio de la pandemia ambos han mostrado su preocupación por si Kike contraía la enfermedad ya que es una persona de riesgo por su enfermedad y temían que los efectos pudieran ser demoledores.

Por otro lado, Fabiola declaró hace unos meses en Jaleos que, a pesar de que tuvieron que parar durante el confinamiento lo que les permitió descansar mentalmente, para la enfermedad que sufre su hijo es un retroceso que empeora su situación. No disponían de un profesional que les ayudara con la terapia tan complicada que lleva Kike y esto conlleva que volver a ella haya sido duro y lento. Además el joven ya no es un niño, es prácticamente un adolescente de 1,70 y 50 kilos por lo que sin un profesional es muy complicado cogerlo.

Bertín Osborne y su hijo Kike

Fabiola ha reconocido que peca en momentos de sobreprotección y hace con él cosas que no haría con sus otros hijos ya que, según sus declaraciones, lo infantilizan sin querer. Kike se está convirtiendo en un adolescente al que comienzan a gustarle las chicas, empieza a sentir y a querer explorar y es una nueva etapa  a la que tanto Bertín como Fabiola se tienen que acostumbrar. A pesar de ello, ambos padres reconocen que están muy orgullosos de su hijo por la remontada que está teniendo dados sus baches.

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