viernes. 29.03.2024

Archie, un bebé prematuro que nació 15 semanas antes de tiempo, sin latido y con 765 gramos de peso, que  logró superar la E. coli, una sepsis y el COVID-19 en el Hospital General de Burnley, en Lancashire (Reino Unido).

Cuando nació Archie no podía respirar. Su madre Sheree contó que tanto ella como el padre, Robert Edwards, de 21 años, estuvieron muy asustados porque los médicos estuvieron reanimando al bebé durante 40 minutos. La tristeza de los padres fue muy grande, dado que los padres no pudieron tocarlo durante cuatro días. Pero cuando la madre pudo tomar su mano por primera vez "fue el momento más mágico en el que había estado", afirma en BBC News.

Con cinco semanas padeció una sepsis y covid

Este nacimiento estuvo marcado por la lucha y la superación pues, a las cinco semanas de nacer, Archie tuvo una infección por E. coli que le provocó sepsis. Una semana más tarde, los médicos comunicaron a los padres que el pequeño había dado positivo en COVID-19 y, además de los cuidados médicos con los que ya contaba, Archie tenía que permanecer aislado durante 10 días. "Pareció una eternidad", coincidieron los padres.

Sheree reveló que se encontraba "devastada" cuando el pequeño fue diagnosticado con COVID-19. "El virus se estaba apoderando de las personas más sanas y mi bebé estaba tan mal", sostuvo la madre. "Me aterrorizó absolutamente", agrega. Pero este pequeño luchador también superó el virus y por fin, sus padres pudieron abrazarle tras el aislamiento: "Se sintió como si finalmente pudiera respirar. Me sentí como si estuviera en las nubes", relata la madre sobre el momento del reencuentro. Ahora Archie pesa 1,36 kilos y está "mejor que nunca".

Un final feliz para la familia

Debido a los protocolos implementados por la pandemia, sus padres solo pueden visitarlo en el hospital por separado. Sheree explicó que la familia y los amigos les dieron el apoyo necesario para continuar en esos días negativos, en los que cuestaver el lado positivo de las cosas.  Pero hoy todo tiene otro color para esta joven pareja. "Siento que podría estallar de felicidad. Estoy tan orgullosa de él", dice la madre que no ve la hora de por fin llevar a la casa al pequeño guerrero. 

Un bebé prematuro supera la E.colis, una sepsis y el COVID-19 en Reino Unido