jueves. 18.04.2024

Pedro Castillo Mozún, fallecido el pasado año 2012 en Ronda, Málaga, ha dejado una gran herencia al instituto donde estudió de joven de 300.000 euros. Con este bonito gesto, el Instituto de Enseñanza Secundaria Gabriel y Galán de Plasencia, Cáceres, podrá llegar a renovar su biblioteca.

El hombre formó parte del centro educativo como estudiante en los años 50, para posteriormente acabar graduándose en la carrera de Medicina, donde acabó destacando como neurólogo. Mozún desarrolló casi toda su carrera médica en Sudamérica. Cuatro años después de que falleciera, el actual director del centro, David Moreno, recibió una llamada del casero de Pedro Castillo en el que comunicó que el instituto había sido incluido en su herencia.

 "Se trata de algo curioso porque no suele ser habitual que alguien deje una herencia a una institución pública", ha destacado el director del centro. "Parece ser que este hombre tenía gran aprecio a su formación en el Gabriel y Galán, lugar donde sus profesores le habían hecho una persona de provecho y entonces lo que quería era responder de alguna manera a esto", explica.

Este agradecimiento tan bonito se vio traducido en 300.000 euros, siendo una parte de esta herencia destinada para que el centro construyera una biblioteca "si no existiera" o para que se reformara la existente. A este bonita iniciativa, se le incluyó una donación de libros para esa biblioteca que será renovada.

El director del centro fue nombrado albacea de la herencia, aunque decidió poner el asunto en manos de los servicios jurídicos de la Junta de Extremadura. "Los técnicos de la Junta se encargaron de todo el proceso, que realmente está siendo lento y tedioso, ya que Pedro murió en 2012 y estamos en 2023 y aún no está todo resuelto, a pesar de que la ampliación y reforma de la biblioteca del instituto placentino está prevista en los presupuestos regionales", explica.

Antiguo alumno deja 300.000 euros de herencia a su antiguo instituto en Cáceres