viernes. 29.03.2024

Con 35 años y originaria de Marruecos, Fatima Bridle, tras permanecer 105 conectada a un respirador artificial en el Hospital General de Southampton dónde ingresó con COVID-19 el pasado 12 de marzo, ha regresado a casa. La neumonía ha sido tan severa que ha perdido la funcionalidad uno de sus dos pulmones durante el transcurso de la enfermedad.

En total 141 días en este centro del sistema público de sanidad británico. Su pesadilla comenzó tras sentirse mal al regresar de un viaje a Mohamedía, su ciudad nata en Marruecos, según informa RT. Nada más ingresar su estado de salud se deterioró rápidamente y una neumonía obligó a ingresarla en la UCI donde quedó conectada a un respirador artificial.

Mediante el suministro de antibióticos y a pesar del esfuerzo de los facultativos por estabilizarla, su deterioro fue en aumento hasta entrar en coma, situación en la que permaneció durante 40 días.

Pero las complicaciones se multiplicaron en la jóven marroquí debido a que una infección generalizada le afectó a todos sus órganos lo que requirió prolongar más tiempo su ingreso en la UCI y la conexión al respirador artificial.

Durante casi cinco meses de lucha constante contra la enfermedad y Fátima, auxiliar de laboratorio, se muestra agradecida por el trabajo y el esfuerzo el personal sanitario que le ha salvado la vida durante todo este tiempo.

Actualmente se recupera en casa de las secuelas de esta terrible pandemia que le ha arrebatado 141 días de vida y que le deja con un pulmón menos por lo que su día a día a partir de ahora se verá muy complicado por esta secuela del coronavirus.

Tras 141 días ingresada por COVID-19, Fatima vuelve a casa