viernes. 19.04.2024

El pasado sábado por la noche, los vecinos de Alicún de Ortega, una pequeña localidad de Granada que cuenta con tan solo 500 habitantes, se extrañaron al ver un vehículo gris no conocido. A través del WhatsApp, los vecinos dieron la voz de alarma y se organizaron para averiguar quién conducía el sospechoso auto.

Como es común en los municipios pequeños, los forasteros no pasan desapercibidos y fue por eso por lo que supusieron que se trataba de un robo. Los vecinos acorralaron al vehículo en el que viajaban 4 hombres desconocidos y ante la amenaza, los ladrones echaron a correr en una huída sin éxito.

Los vecinos, cansados ya de robos e incursiones, procedieron a retener a los delincuentes e incluso los maniataron hasta que llegaron los efectivos de la Guardia Civil para proceder a su detención.

Como explica a IDEAL el alcalde del municipio, los vecinos consiguieron atrapar a tres de los ocupantes del vehículo ya que el cuarto se consiguió escapar río abajo. Los vecinos quieren dar a conocer este hecho ya que no es la primera vez que son fruto de amenazas exteriores al ser un pueblo pequeño y aislado de otras ciudades, sin presencia de efectivos de seguridad.

Según el diario IDEAL, en un ambiente extremadamente tenso, los vecinos, que ya estaban hartos de las incursiones de los 'cacos', 'retuvieron' y maniataron a los fugitivos hasta que llegaron efectivos de la Guardia Civil para hacerse cargo de ellos. «Por fortuna, no pasó nada especialmente grave. Pudo haber sido peor porque había mucha indignación. Los robos habían causado mucha intranquilidad y mucha inseguridad. Y no solo aquí en Alicún. Parece que venían de intentar robar en Villanueva de las Torres y también habían hecho algo en Dehesas de Guadix. Somos tres pueblos muy pequeños y alejados de las localidades más pobladas. No hay presencia de la Guardia Civil. A ver si la Subdelegación del Gobierno toma nota», refiere Marín.

En un principio, los tres individuos 'retenidos' por los vecinos de Alicún negaron ser ladrones, pero al final acabaron reconociendo que eran los autores de los robos. «Decían que lo hacían para dar de comer a sus hijos», recuerda Marín, que insistió en que las andanzas de la banda tenían al borde de un ataque de ansiedad a los habitantes de Alicún de Ortega, municipio ubicado a cien kilómetros de la capital granadina.

Los vecinos de un pueblo de Granada retienen y maniatan a tres ladrones hasta llegar la...