Su hija se fue a vivir al extranjero y cuando enviudó ella le dijo que se mudara para que no estuviese solo y así lo hizo. Emigró para estar más cerca de su pequeña. Pero en su último cumpleaños solamente deseaba un deseo, regresar a su tierra. Cumplió su sueño así que allí estaba este señor. En la playa de Málaga, la tierra que tanto en falta echaba, sentado frente al mar, llorando a mares, de alegría. Feliz por volver a recordar aquello tiempos que ya no volverán.