La apuesta en Andalucía por adaptar la investigación e innovación a las necesidades del sistema sanitario público de Andalucía y de la ciudadanía es clara, incrementándose un 21% el número de investigadores a tiempo completo, habiendo un 17% más en producción científica y un 28% en ensayos clínicos.
La Consejería de Salud y Familias ha aprobado la Estrategia de Investigación e Innovación en Salud de Andalucía, con el objetivo de que "se convierta en una referente indiscutible y de alto valor a nivel nacional, europeo e internacional", afirma el consejero Jesús Aguirre. Para ello, se han gestionado 10 convocatorias de financiación con un importe total de 30,7 millones de euros y se han incorporado por primera vez convocatorias de subvenciones para modalidades específicas para grupos emergentes, enfermedades raras y CART-t, entre otras.
Además, la apuesta por la colaboración público-privada es un hecho en los últimos años, como lo demuestra la puesta en marcha, en 2020, de la Alianza Andalucía-Roche de material de oncología médica de precisión con un presupuesto de 1,5 millones de euros.
Esta nueva estrategia supone, entre otros hechos, el impulso de la compra pública de Innovación con iniciativas financiadas en ejecución que cubren necesidades actualmente no cubiertas en el mercado para el sistema sanitario; la creación de una Unidad de Compra Pública de Innovación en la Fundación Progreso y Salud, y la apuesta por las terapias avanzadas y el manejo de grandes bases de datos, creando el área de Big Data y potenciando la Red de Terapias Avanzadas y el área de Bioinformática ya existentes son otras actuaciones que se han llevado a cabo en el ámbito de la investigación.
Todos estos avances se han visto respaldado con el incremento de un 21% del número de investigadores a tiempo completo; un 17% más de producción científica y un 28% el número de ensayos clínicos. Y, por primera vez, "se han superado los 100 millones de euros anuales de gasto en I+D+I", recalca Jesús Aguirre, habiéndose puesto en marcha las convocatorias de Personal clínico en formación María Castellano (nueva figura del SAS).
Salud y Familias ha llevado a cabo también la reordenación del mapa de centros, plataformas y recursos de investigación, creacándose el Centro de Investigación Malagueño de Oncología (CIMO); se ha constituido el nuevo instituto de investigación Ibima-Plataforma Bionand; se ha firmado el convenio para la creación del Centro Andaluz de Investigación en Zoonosis y de Vigilancia de Enfermedades Emergentes y el protocolo para impulsar la creación del Instituto de investigación Centro Andaluz de enfermedades respiratorias de origen laboral (CAEROL).
Actividad investigadora durante la pandemia
La actividad investigadora en torno al Covid-19 durante la pandemia en Andalucía registra 170 investigaciones y más de 21.600 genomas secuenciados; 88 proyectos de investigación que han captado más de 11,2 millones de euros; 82 estudios clínicos desarrollados por profesionales sanitarios en centros de todas las provincias andaluzas generando un total de 192 participaciones, de los cuales se encuentran 68 activos.
A estos estudios de investigación hay que sumar el trabajo de control y vigilancia epidemiológica en el seno del sistema sanitario público de Andalucía, en el que se han secuenciado 21.630 genomas completos del coronavirus.
Por otro lado, y como destacó el consejero de Salud y Familias en el Parlamento, "hemos realizado actuaciones para incrementar la formación sanitaria especializada para seguir manteniendo la asistencia clínica y la generación de conocimiento, investigación e innovación; para una mayor captación de ensayos clínicos como una apuesta real de la colaboración público-privada en el desarrollo de conocimiento aplicado al paciente, dándole los mejores y más vanguardistas tratamientos disponibles; y para garantizar una investigación de calidad y que salvaguarda todos los criterios y normativa que rigen los estudios clínicos, comprometiéndonos con la bioética".
En Andalucía, finalmente, se han creado nuevas figuras para potenciar la captación y retención del talento, como las de investigador y técnico de investigación médico y en Ciencias de la Salud, y la figura del FEA-Clínico investigador estatuario en el ámbito del SAS.
