jueves. 25.04.2024

A las afueras del Hospital Carlos Haya de Málaga, ocurre todos los días una historia muy emotiva entre una madre y su hija. Conchi, una mujer de 65 años, fue ingresada el pasado 16 de enero por coronavirus. Desde ese momento, su hija Inma acude todos los días a las afueras del hospital para que su madre se asome a la ventana de su habitación y puedan verse.

El Covid-19 esta siendo una enfermedad muy complicada por el distanciamiento que provoca entre la sociedad, pero hay amores que superan cualquier virus. Inma acude periódicamente al Hospital Carlos Haya y llama a su madre para que se asome a la ventana, aunque hay días que Conchi esta desanimada o agotada por la enfermedad y no puede asomarse por la ventana. Lo emocionante llega cuando la hija y la madre pueden verse, las lágrimas de emoción y los mensajes de ánimo inundan las afueras del hospital.

Inma vive con su familia junto a su madre y con la familia de sus dos hermanos. Cuando Conchi se contagió, solo la familia de Inma dio negativo en las pruebas, aunque tuvieron que guardar cuarentena. Desde que finalizó, no falta a la cita con su madre, algún día ha llevado consigo a su hijo Fernando de siete años, pero el niño no para de llorar.

"Tenemos que saltar esta piedra como hemos saltado otras esta familia. Todos juntos", comenta Inma muy afectada por no poder abrazar y acercarse a su madre. De momento, Conchi sigue ingresada pero su estado de salud no es grave y ya cuenta los días para poder ver a su familia que estará esperándola con los brazos abiertos en la puerta del hospital.

Una hija acude todos los días al hospital de Málaga para saludar desde la ventana a su...