Desde Lola Flores a Camarón, este templo subterráneo gaditano, que albergó a las grandes estrellas de los 60 y 70, se convierte hoy en noticia por el hallazgo de un muro fenicio. Los encargados de construir la taberna creen que se trata de restos de la época.
“El hallazgo ha sido una gran sorpresa para todos y da a este lugar un enorme valor porque nos permite conocer una de las estructuras más importantes de la ciudad de Gadir, como su puerto y restos de lo que pudo ser un dique o un astillero”, explica Germán Garbarino, uno de los directores del proyecto junto a Pedro Fernández Quirós.
En medio de las obras para recuperar la legendaria taberna, ubicada en el número 39 de la calle San Juan de Cádiz, junto a la Catedral gaditana, se han topado con un muro del puerto de Gadir y varias de estructuras portuarias excavadas en la propia roca ostionera de la de Kotinusa, la más alargada de las dos islas que conformaba la ciudad fenicia. En la antigüedad el espacio albergaba la zona religiosa y portuaria.
La taberna, creada en los años 60 por Manuel Fedriani, fue convertida en un lugar esencial paradlos amantes del flamenco. Un espacio de protección etnográfica, por el que pasaron las figuras más icónicas, que planeaba su reapertura como establecimiento de hostelería y espectáculos culturales.
“La idea es recuperar la esencia de aquella taberna en esa cueva que tantos momentos especiales vivió, que reunió a los más grandes, aunque luego degeneró también como un establecimiento de mala reputación”, relata Garbarino.
La estructura portuaria posee 1,80 metros de alto y una longitud de 5,60 de largo, con cuatro hileras de sillares. Los arqueólogos Juan Miguel Pajuelo y Francisco Javier Ramítez la sitúan como uno de los cantiles del puerto de Gadir en el siglo IV y III antes de Cristo. Además, han encontrado rellenos de colmatación posteriores, fechados entre el siglo III y el II antes de Cristo, coetáneo del final de las segundas guerras púnicas que enfrentaron a Cartago con Roma, dando paso a la conversión de la ciudad en Gades.
Aunque los restos fenicios poseen un relevante valor histórico, la excavación rescata piezas romanas e islámicas, además de pozos de marea y lucernarios posteriores, junto a evidencias del funcionamiento de la cueva en épocas más recientes.
Los promotores del proyecto creen la que rehabilitación se ha convertido en un yacimiento arqueológico, por lo que han iniciado los trámites para declararlo Bien de Interés Cultural. No obstante, aspiran a abrir la famosa taberna en los próximos meses, ofreciendo espectáculos para un aforo de 40 personas. Del mismo modo, apuestan por crear un yacimiento arqueológico visitable, confiando en un aumento de la financiación que permita ampliar el hallazgo de restos fenicios.
