María Antonia era solo una niña cuando paseaba por las calles de Montefrío, en Granada para pedir el aguinaldo de Navidad. Hoy, es ella la que, tras muchos años de trabajo, esfuerzo y solidaridad, quién le hace un bello regalo por Navidad al pueblo donde pasó los mejores años de su infancia.
"Era muy triste, no había ni una sola luz navideña", recuerda para Nius la empresaria de ya 77 años que, actualmente, gestiona una de las empresas de iluminación más importantes de toda Andalucía y que cada año, regala de manera solidaria, las tradicionales luces de Navidad al pueblo que la vio crecer.
Como cuenta para el periódico digital Nius, María Antonia vive actualmente en la provincia cordobesa, en Puente Genil más concretamente, lugar donde se gestiona y encuentra su empresa. "A mi me hubiera gustado que lo hubieran hecho por mi", asegura María Antonia que, desde ya hace 15 años, regala las luces de Navidad a su querido Montefrío, incluso en las peores épocas para su negocio, como fue la pandemia.
Según cuenta el medio Nius, la granadina dejó Montefrío cuando tenía tan solo 14 años, para emigrar a Tarrasa donde ya la esperaban sus dos hermanos mayores y sus tías. Luego serían sus padres quienes llegaría a Tarrasa, el lugar donde creció y conoció al cordobés que, posteriormente, sería su marido, José Muñoz, el inventor del portalámparas negro que revolucionó la iluminación de la época.
Tras casarse, ambos se mudaron a Puente Genil, donde crearon una empresa de iluminación que vería las luces de Navidad como uno de sus principales mercados. Desde entonces, ellos son los encargados de alumbrar las fiestas navideñas de capitales de toda España, sumándose a estas, desde 2007, el pueblo natal de María Antonia.
La alcaldesa de Montefrío, Remedios Gámez, destacó lo importante que era y lo mucho que simbolizaba este gesto de María Antonia, para Montefrío: “Este gesto supone un enorme ahorro económico para el Ayuntamiento". Como cuenta Nius, en el 2012, Montefrío quiso homenajear a María Antonia con su Bandera de Andalucía, la máxima distinción que otorga el Consistorio.
Tras la muerte de su marido, María Antonia ha pensado que ya es hora de dar un paso al lado, y dejar que las nuevas generaciones lleven con tanto mimo y cariño la empresa que junto a su marido levantó, con la esperanza de que aquellos que la suplan en el cargo, sepan mantener las buenas costumbres que a tantos niños de Montefrío, como lo fue María Antonia, hacen feliz por Navidad.
