jueves. 28.03.2024

Una mujer ha sido detenida al ser sospechosa de haber dejado sola a su hija menor, de 7 años, en casa de madrugada. 

Según el testimonio de la pequeña, al ver que estaba sola, se pegó a la puerta de la entrada y empezó a pedir ayuda. Gracias a sus gritos un familiar que vive en el mismo bloque pudo escucharla y, al comprobar que la menor se encontraba sola en casa, llamó a Emergencias y se activó un operativo policial. 

Cuando llegaron a las dos de la madrugada. Al no poder abrir la puerta llamaron a los bomberos. Una vez desbloqueado el acceso a la vivienda, se encontraron con la niña, sola. Se había despertado, y al ver que estaba sola se asustó y empezó a pedir ayuda. Se mostraba claramente alterada, aunque se encontraba bien. 

Justo en ese momento llegó la madre (40), que estaba preocupada por la presencia de los cuerpos de seguridad. 

La madre afirmaba que había tenido que salir un momento de casa pero aún así la policía procedió a su detención por un presunto delito de abandono temporal de menores. La pequeña se quedó a cargo del familiar que había avisado a Emergencias. Fue el propio familiar el que alertó a los agentes de que no era la primera vez que algo así ocurría, aunque nunca se había detenido a la madre. 

De la misma manera ha sucedido en Elche.  Se detuvo a una mujer como presunta autora de un delito de abandono de menor después de encontrar, tras recibir un aviso vecinal, a su hijo de dos años encerrado en el patio de luces de una vivienda, solo, llorando, mojado por la lluvia y por su propia orina, debajo de una sombrilla. 

Según informó el consistorio ilicitano en un comunicado, los hechos sucedieron sobre las 12.00 horas del pasado 27 de noviembre cuando se recibió un aviso vecinal en el que se alertaba del llanto de un niño de corta edad durante cerca de una hora, una situación que llamó la atención por "anómala" a las personas que alertaron a la Policía.

Una Unidad Territorial de Policía Local se dirigió al lugar, donde pudo confirmar el lloro procedente de un patio de luces. Con la colaboración de una de las vecinas colindantes y la ayuda de una escalera comprobaron la presencia de un menor, de unos dos o tres años, que estaba en pijama, bajo una sombrilla de playa y sobre una colchoneta para mascotas, mojado por la reciente lluvia y su propia orina.

El niño se mostraba "claramente nervioso y tembloroso" por el frío, por lo que uno de los agentes accedió al patio para auxiliarlo. Debido a la corta edad del menor, no fue posible que explicara cómo había llegado allí y el motivo. El policía sacó al pequeño del lugar para ser atendido correctamente por la otra componente de la patrulla.

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