CSIF exige al Servicio Andaluz de Salud (SAS) que mantenga el número de profesionales sanitarios durante la desescalada, tomando como referencia el que ha habido en los momentos críticos de la pandemia, y que evite reducir el número de efectivos precisamente en la fase de desescalada que afronta ahora el sistema sanitario público cordobés y andaluz, ya que “sería un error garrafal”. El Sector de Sanidad de CSIF Córdoba considera necesario llevar a cabo “una reorganización, reforzando la Atención Primaria y los servicios de Salud Pública, ya que estos ámbitos van a tener un papel clave a partir de ahora en la detección precoz de nuevos casos y en la vigilancia y seguimiento de sus contactos y entorno”.
La central sindical recuerda, precisamente, que la orden de cogobernanza dictada por el Ministerio de Sanidad el pasado 3 de mayo establece la recomendación a las comunidades autónomas de no reducir los recursos humanos de los sistemas sanitarios en este momento. “No sería de recibo que se produjera un descenso del personal en estos momentos cruciales en los que comienza la desescalada”. “Además, hay que tener en cuenta la posibilidad de que se produzcan rebrotes, tal y como advierten las autoridades sanitarias, para lo que el sistema debe estar bien preparado”, resalta el sindicato.
En relación a los nuevos test anunciados por el SAS como “la panacea”, CSIF Sanidad Córdoba expresa sus dudas sobre ellos y subraya que el sindicato continúa detectando que los distintos tipos de test y pruebas diagnósticas a profesionales se realizan de forma desigual en cada territorio. “Queremos test fiables y masivos para todo el personal de la sanidad pública”, exige CSIF, al tiempo que lamenta los altos niveles de contagio registrados entre estos profesionales.
Hace varias semanas CSIF urgió ya al SAS a “resolver la manifiesta carencia de equipos y material de seguridad que existe en los centros de Atención Primaria de nuestra provincia y nuestra comunidad y en torno a los que se supone que va a pivotar el plan de desescalada para la vuelta progresiva a la normalidad en el sistema sanitario”.
