Debido al incremento de casos experimentados en los últimos días, la viceconsejera de Salud y Familia, Catalina García ha informado sobre la situación que se está desarrollando en algunos municipios de la provincia cordobesa.
Ya son 11 los municipios de la provincia con más de 500 casos por cada 100.000 habitantes. Actualmente, ya no hay ningún municipio de la zona norte de la provincia con la tasa disparada. En cambio, sigue en niveles muy altos en Benamejí, Espejo, Aguilar de la Frontera, Moriles, Palenciana, Almodóvar del Río, Bujalance, El Carpio, Guadalcázar, Montoro y Villaviciosa de Córdoba.
Ahora empieza a preocupar la situación de Bujalance y Montoro, dos municipios que están también en el rango de los 10.000 habitantes. Hasta el momento, la Junta ha realizado cribados masivos en Lucena, Palma del Río y Almodóvar. En este último, además, sufrió un confinamiento perimetral que comenzó el pasado 8 de octubre y que finalizó este domingo.
En esta reunión, el comité también abordará la situación de Granada, los pueblos más cercanos a Sevilla y la capital de Jaén. Una vez analizada la tasa de contagio en cada municipio, la existencia o no de transmisión comunitaria y la presión en los centros hospitalarios, el comité mandará toda esa información “a las delegaciones territoriales ya que son sus comités los que deben tomar las decisiones”. García ha puntualizado que las medida que se adopten siempre se harán “de manera proporcional” y en primera instancia serán las mismas que se han tomado en Granada y que afectan a las residencias, velatorios, establecimientos comerciales, hostelería y celebración de eventos, entre otros.
A pesar de las medidas que puedan tomarse o no en la provincia de Córdoba, la viceconsejera ha enfatizado en la importancia de la “responsabilidad individual” y ha rechazado las fiestas en viviendas particulares que este fin de semana se han realizado en Granada, a pesar de las restricciones adoptadas en este territorio debido a la alta tasa de contagio. Asimismo, ha desvelado la situación por la que están pasando personas asintomáticas, quienes un mes después de resultar positivo en Covid “están padeciendo sintomatología grave a nivel respiratorio, cardíaco y circulatorio”. “Se debe ser muy responsable porque podemos tener secuelas que nos acompañen toda la vida”, ha concluido.
