viernes. 19.04.2024

Carlos Torralvo, el naturalista que quiere recuperar en las marismas del Parque Natural de la Bahía de Cádiz al caballo de las Retuertas. Una tarea casi imposible. Es la raza equina que posee mayor antigüedad de toda Europa y la única que vive en libertad apartada de otras poblaciones, según estudios genéticos. Es una raza catalogada en peligro de extinción, puesto que tan solo quedan unos 300 caballos. 

Andaluz y marismeño

El caballo de las Retuertas, reconocida como raza autóctona andaluza, está adaptado a las difíciles condiciones de las marismas de Doñana, lugar donde quedó relegada. Pero según explica el naturalista, tradicionalmente los ganaderos la depreciaron al centrar su interés por la raza marismeña. Quedó así olvidada, prácticamente salvaje.

Actualmente tan solo existen unos 300 ejemplares en el mundo repartidos en tres espacios naturales, las Reservas Biológicas de Doñana y Guadiamar en Andalucía y Campanarios de Azaba, en Salamanca. Este último enclave fue utilizado para crear una población separa de la andaluza y así protegerla de posibles enfermedades que pudieran extinguir la raza en Andalucía, recoge 20minutos.

Carlos Torralvo ha explicado que el objetivo de esta iniciativa, en la que viene trabajando desde hace años, es crear una población de esta especie en la provincia Cádiz, contribuyendo así a conservar esta raza andaluza aumentando su población y distribución.

Mejora de la biodiversidad y control de incendios

Para ello, pretende introducir una pequeña manada en el Parque Natural Bahía de Cádiz como primer proyecto piloto, para posteriormente distribuirla y naturalizar en todas las áreas naturales de Andalucía.

Con esta actuación también persigue otros objetivos como aumentar la biodiversidad de los espacios donde paste un gran herbívoro.

Para ello, ha señalado, se impulsará una nueva herramienta de conservación de la naturaleza conocida como reasilvestramiento (“rewilding” en inglés), que consiste en la restauración de los procesos naturales, basada principalmente en la conservación y reintroducción de especies faunísticas que cumplen el mismo papel ecológico que cumplían en la península Ibérica los équidos salvajes que se extinguieron.

Torralvo ha comentado que otro de los fines del proyecto es utilizar este herbívoro como herramienta de prevención de incendios forestales, al reducir la biomasa vegetal o satisfacer los servicios culturales que puedan desarrollar en las zonas en las que se encuentren presentes, como símbolo de libertad y naturaleza.

En este sentido, ha explicado que estos ejemplares pueden contribuir “a corregir el déficit de naturaleza de la sociedad actual, por su el interés cultural, espiritual, turístico, educativo, científico y estético”.

Lo que pretendemos es producir naturaleza, lo que de una forma directa e indirecta contribuirá al desarrollo socioeconómico”, ha señalado.

Como señala el periodista y naturalista Benigno Varillas, “a Cádiz vino Hércules a por los toros salvajes de Gerión. Ahora recuperamos en sus marismas al descendiente del tarpán ibérico, el antiquísimo caballo de las Retuertas que sobrevivió en Doñana”.

Pero a Carlos Torralvo le falta aún lo más complicado: conseguir el apoyo institucional y recursos económicos suficientes para ejecutar este gran proyecto de conservación. En ello está.

Cádiz lucha por recuperar a la raza de caballo más antigua de Europa