El vicepresidente andaluz, Juan Marín, ha anunciado hoy en Córdoba que Andalucía pedirá al Gobierno de España "coordinación" de cara a la Semana Santa y que se permita la salida ordenada entre comunidades a partir del Viernes de Dolores "para tener vacaciones durante esos días con toda la normalidad". Aunque ha matizado que esto "no va de abrir la movilidad ni de abrir aeropuertos", si no de coordinación entre regiones, considera necesario que el Gobierno central dote de un pasaporte sanitario o tarjeta sanitaria a quienes estén ya vacunados y quieran desplazarse por el país para facilitar sus desplazamientos, igual que se está pidiendo a la Unión Europea. El también consejero andaluz de Turismo ha recordado que el 70% de los viajeros que disfrutan de sus vacaciones de Semana Santa en Andalucía es turismo nacional y ha dicho que "si lo queremos recuperar tenemos que contar con medidas para hacerlo y no esperar al último momento".
Por este motivo, el Ejecutivo andaluz quiere impulsar un grupo de trabajo de todas las comunidades autónomas, al frente del que se situaría el Ministerio de Sanidad, para que de forma coordinada se afronten "medidas similares" ante la posibilidad de las aperturas perimetrales de los territorios de toda España. La intención de Andalucía es que se adopten medidas coordinadas en todo el país que permitan viajar a quien quiera hacerlo "con seguridad y tranquilidad", ya que en cada región imperan distintas medidas horarias y distintas restricciones. "Esto es un puzzle y el que vaya a viajar necesita seguridad y tenemos que ofrecerla al que venga aquí también".
Aunque Marín ha advertido de que no hay que bajar la guardia ante el virus, ha informado de que la intención de la Consejería de Salud, al frente de la que está el cordobés Jesús Aguirre, es "la posibilidad de coordinar una salida ordenada a partir del Viernes de Dolores" y no esperar al último momento para organizase. En este sentido, ha explicado que se espera que en Andalucía para esa fecha tendremos abierto el cierre perimetral porque habrá una incidencia de casos por debajo de los 250 contagios por cada 100.000 habitantes.
